Mié. May 15th, 2024

La mamá como modelo de generosidad – Juvenal Cruz Vega

Hablar de las madres implica adentrarse en un misterio o, si se prefiere, en una parte muy importante del misterio de la vida y de la Creación que se prolonga a través del tiempo. Juvenal Cruz Vega nos entrega unas reflexiones hermosas y profundas sobre la Mamá.

Mensaje del día de la madre. La mamá como modelo de generosidad

Juvenal Cruz Vega

Director

Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz

De mi máxima consideración a mi mamá,

Rosita Vega Aburto (1934-2022).

Con la profundidad de mi amor por siempre.

De gratulatione et recognitione et maxima benevolentia feminae eminentis intellectus, quae nihilo ab optimo viro superatur

Con reconocimiento, admiración y gran afecto a la mujer de excepcional inteligencia, que nada pide al mejor varón

Dr. Guillermo Hernández Flores

A manera de presentación. Meditación sobre la mamá:

Un día caminando por el Zócalo de la ciudad de Puebla me encontré un hermoso pensamiento sobre la mamá. Lo leí, me encantó y se me ocurrió ponerlo en latín. De este modo fue leído en otras entidades y culturas; ahora lo presento como un homenaje a la mamá en este día especial, diez de mayo. Además de mi trabajo, comparto una reflexión sobre la mamá de mi maestro el doctor Justino Cortés Castellanos. Y uno muy hermoso, de mi alumna Valentina Mendoza Sodi (1980-2010), un hermoso poema dedicado a su mamá: Laura Sodi.

Hoy el amor, el cariño y la ternura me ganaron y no pude dejar de escribir algo nuevo desde el fondo de mi alma. Así, pues, con esta nota vengo a recordar a todas las madres del mundo, en especial a cuatro muy singulares en mi vida: a mi mamá, la Señora Rosita Vega Aburto, y con el mismo acento a tres madres dignas de mención: María de la Paz Ortiz, Angelita Guzmán y María de Jesús Contreras.

Valentina Mendoza Sodi (1980-2010)

1). Primera reflexión. Reflexión sobre la mamá. Mtro. Juvenal Cruz Vega

En efecto, esta reflexión es una meditación sobre la mamá. Es un escrito con un lenguaje sencillo, coloquial y con una prosa lúdica. El autor del texto en español es anónimo, pero recoge la sabiduría del pueblo que hunde sus raíces en la religión, cuyo contenido es tema de toda cultura.

No hay cultura en el mundo que no tenga presente rasgos religiosos. Este fragmento alude al diálogo de Dios y un niño próximo a nacer. Su contenido no es la doctrina de la Iglesia cristiana, empero, sí una contribución para el nuevo renacimiento de la cultura occidental, motivo de esta versión en la lengua de Marco Tulio Cicerón y que todavía sigue siendo dejando eco en la cultura mundial.

También es una forma de reafirmar y recuperar la familia como valor supremo de la sociedad. Además del papá y de los hijos es fundamental la presencia de la mamá porque es la síntesis, la portadora y la plenitud de la generosidad. La mamá se desprende de todo lo suyo para acrecentar la vida de su hijo, incluso agota todas las posibilidades de su existencia, similar al sacrificio natural del pelícano que cuando ya no tiene alimento para su polluelo se desprende de su propia sangre para alimentarlo.

Dejo abierta la interpretación del texto para que, a través de su imaginación, sus sentidos, sus facultades y su fe, el lector reviva los valores y los pensamientos más sublimes que una mamá se merece, por eso utilizo el término onomatopéyico “mamá” y no el abstracto indoeuropeo, “madre”. Sea pues, este texto, un motivo esclarecedor para recordar el valor sagrado de un Ángel especial y simbólico llamado Mamá.  

Marco Tulio Cicerón

 a). Texto en lengua española

Refiere una antigua leyenda

que un niño próximo a nacer

le dijo a Dios.

¿Me vas a enviar mañana a la tierra?

Pero, ¿cómo viviré allá siendo tan pequeño

y tan débil?

Entre los muchos ángeles escogí

a uno que te espera… contestó

Dios.

Pero aquí, en el cielo, no hago más que

cantar y sonreír y eso basta para

mi felicidad. ¿Podré hacerlo allá?

Ese ángel te cantará y te sonreirá

todos los días y te sentirás muy felíz

con sus canciones y sus sonrisas.

¿Cómo entenderé cuando me hablen

si no conozco el extraño idioma de los

los hombres?

Ese ángel te hablará y te enseñará las palabras

más dulces y más tiernas que escuchan los

hombres.

¿Qué haré cuando

yo quiera hablar contigo?

Ese ángel juntará tus pequeñas

manos y te enseñará a orar.

He escuchado que en la tierra

hay hombres malos . ¿Quién

me defenderá?

Ese ángel te defenderá

aunque le cueste la vida.

Pero estaré siempre triste

porque no te veré más, Señor,

sin verte me sentiré muy sólo.

Ese ángel te hablará de mí

y te mostrará el camino para

volver a mi presencia… Le dijo

Dios.

En ese instante una paz inmensa

reinaba en el cielo, no se oían voces

terrestres. El niño decía suavemente

…Dime su nombre, Señor. Finalmente

Dios le dijo… ese ángel se llama “MAMÁ”.

Toda mamá encierra un misterio que se manifiesta a través de sus hijos

b). Texto latino

Antiqua historia refert

parvulum proximum nasci

dixit Deo:

Mihi cras mittere vadis

in terram? Quomodo autem

illic vivus ero, si parvus

ac debilis sum?

Inter angelos multos unum

elegi qui te exspectat,

respondit Deus.

In caelo tamen

non facio aliquid, solummodo cano ac

rideo . Et haec felicitas mea est.

Illuc potero id facere?

Ille angelus canet ac te

arridebit in dies. Gaudebis

quoque valde, suo cantu

suisque arrisionibus.

Quomodo intelligam, donec

me legant, si

extraneam hominum linguam nescio?

Ille angelus loquetur et tibi

ostendet et suavia et mollia verba

quibus homines audiunt.

Quid faciam ubi

ego tecum diligam loqui?

Ille angelus parvas tuas manus

coniunget et deprecari

ostendet tibi.

Si in terra exaudivi 

homines improbos fuisse

Quis me defendet?

Ille angelus te defendet

etiamsi ei vita constet.

Semper autem tristis ero

quia te nonnumquam videbo,

et si invisus es mihi,

me sentiam, Domine, solus.

Ille angelus maxime de me

tibi loquetur. Et viam ostendet

ut mecum revertas. Deus dixit.

Statim autem in caelo

regnabat infinita pax. Voces terrae non audiebantur.

Domine, suaviter parvulus dicebat,

da mihi nomen. Deus, ergo:

Ille angelus, inquit, nominatur “MAMMA”.

Etiam libentissime tibi laudes matutinas cano:

Ecce laudes matutinas
Quas cantabat David rex
Ad personas tam divinas
Hic nunc cantabitur prex.

Exsurge, dilecte, exsurge
Vide: surrexit sol iam,
Iam cecinerunt volucres,
Lunaque occultata est clam (bis).

Ad multos annos vivas.

Iterum tibi dico:

“Felix dies natalis tibi.

Felix dies natalis tibi.

Felix dies natalis, oh Mamma.

Felix dies natalis tibi.

Ἡμέρα εὐδαίμων γενέθλιά σοι.


Ἡμέρα εὐδαίμων γενέθλιά σοι.


Ἡμέρα εὐδαίμων γενέθλια, Μάμμα.


Ἡμέρα εὐδαίμων γενέθλιά σοι.­­

Dr. Justino Cortés Castellanos y el maestro Juvenal Cruz Vega

2). Segunda reflexión. Encomio a la mamá. Dr. Justino Cortés Castellanos

a).  OFERTORIO

Si hay alguien en esta vida que esté más capacitado para aprender y corresponder al amor de una Madre, es el sacerdote y el seminarista.

Esta breve antología representa el homenaje sencillo que los alumnos del primer año de filosofía, tributan a la madre que, para el Seminarista tiene, además de todos los atributos conferidos a una Madre, la inmensa posibilidad de llegar a ser la Madre de un Sacerdote.

Con amor filial, estos alumnos seminaristas expresan en estos trabajos también su empeño ardoroso por la ciencia; en este caso, en aras del amor materno.

b).  MADRE DE LAS MADRES

¡María, Madre!

Acaricia la cabeza de nuestros “madres blancas” con tus manos de nieve.

Ilumina con tus ojos sus ojos que tanto han visto… y llorado, y que se apagan lentamente…

A los cansados pies de todas las madres que “caminan tanto”… fortalece.

Que sus almas se acerquen más a la tuya para que sean transparentes…

Y que todas las que ya se fueron…; gocen de tus cuidados de Madre para siempre.

c).  SONRISA DE DIOS

Madre, reflejo eterno del amor divino, si tu amor pudiera convertirse en fuerza, rasgarías el cielo con el roce de tu dedo.

Madre, tierno peldaño de mi amor naciente huella infalible de mi ilusión errada.

Madre, veo orgullo candente en la sonrisa de tus labios, lluvia de luz en tu mirada abierta; siento fragante espuma al besar tus cabellos canos.

d). MI PLEGARIA

Madre:

Por tu dolor, nuevo de vida que brilló desde el candor de tu pecho.

Por el primer arrullo de tu boca que durmió mis azules sueños.

Por el rocío de tus grandes ojos que acariciaron mis insomnios.

Por el silencio de tus manos que guardaron mis lánguidos pasos.

Por el perfume de tu cuerpo que regó mi tierno alma.

Vuelan mis plegarias Madre Mía entre el murmullo de un Ave María.

“¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?”

e).  NOCTURNO BLANCO

Madre, esta mañana he visto entre tus labios, el cansancio de una sonrisa envejecida.

He visto que tus brazos, ya no son tan ágiles, como antaño cuando trazaban su bendición sobre mi frente.

He visto que tus ojos, ya no tienen el brillo sutil con que me atisbaban cuando era pequeño.

He visto que tus pasos, cada vez son más débiles y ya no tienen la firmeza como cuando daban a mis pies paseos breves.

Pienso, Madre, que, para ti, ya no existe la fuente que está en el patio, porque tu fuente es la fuente divina donde te nutres con amor celeste.

Pienso, Madre, que para ti ya no existe noche alguna, porque tu noche es luz sobre la noche.

Pienso, Madre que para ti ya no existe el cansancio, porque tus paseos son a la iglesia y tu alma niña, trama un diálogo con el silencio y se adormece, hasta ocultarse el día.

f). MATER ADMIRABILIS

En este mayo injertado de rosarios he mirado en la quietud de los días tus anhelos más puros, tus sueños más limpios.

Y en sus tardes cantadas he sentido la dulzura bendita de tus rezos.

Esta mañana límpida azucena, cuando el sol empieza a salir con la esencia sutil del “Ave María” en vuelvo tu nombre para pedir que Dios te guarde Madre Mía.

3). Acercamiento. A mi mamá. Valentina Mendoza Sodi. 30 de septiembre de 2023.

Yo soy el pájaro de la luz,

Alondra benefactora de mi hoy.

Día en transición espiritual del entorno divino,

Necesito de ti y de mi Dios ardiente,

No sabría explicarte a ti mamá, cuál es la fuerza trascendental que me abarca como universo vivo.

Es luz ardiente, protagonizadora de mi hoy, entonces reliquia del tiempo sin tiempo.

Transformadora en espíritu tranquilo,

Suplemento y sustento en el cáliz de Dios: mi alimento.