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¿Por qué las mujeres no tienen lugar en la política? – Krisztina Bader

En abril de 2023, coincidiendo con la visita del Papa Francisco a Hungría, se emitió un indulto a un condenado por pederastia. Hacia principios de febrero pasado, estalló el escándalo que llevó a la dimisión de Katalin Novák como presidenta de Hungría y a Judit Varga a retirar su candidatura a la Eurocámara. ¿Fue algo que simplemente se salió de control o se trató de ‘fuego amigo’? Porque la caída de ambas se dio en medio de una lucha por el poder, en razón de que habrá elecciones europeas en junio. Aquí tienen la opinión de Krisztina Bader, experta en comunicaciones.

11 de marzo de 2024

-Los insólitos acontecimientos de las últimas semanas en Hungría-

Siempre considero importante el papel de las mujeres en la vida pública y la política, especialmente si son capaces de encontrar su propio estilo y voz. Si no quisieran politizar y comunicarse como hombres, ganarían reconocimiento y lograrían resultados con su fuerza y ​​personalidad femenina.

Katalin Novák, la ex presidenta de la república, fue una persona que encontró su lugar en la vida pública y prosperó en la escena nacional y extranjera. Pudo representar y comunicar de una manera que los presidentes anteriores no lograron. Se movió con facilidad y elegancia en los distintos estratos de la sociedad y ayudó mucho en los esfuerzos del gobierno de Orbán.

Katalin Novák expresidenta de Hungría e integrante del primer círculo de poder de Viktor Orbán

A pesar de lo popular que era, el soporte se acabó de la noche a la mañana. El motivo fue que perdonó a una persona sospechosa de pedofilia, esta persona era directivo de un hogar para niños. La pedofilia es un delito, un delito grave, pero el presidente de la república lo sabía, al igual que la ministra de Justicia, que es una mujer en la cúspide. Con la firma y consentimiento de ambas procedió el año pasado el indulto presidencial. Lo extraño de la historia es que se publicó un año después y se convirtió en una consecuencia. ¿Qué consecuencias? La presidenta de la República, Katalin Novák, y la ministra de Justicia, Judit Varga, han dimitido porque un error tan grande contradice la política gubernamental. Bueno, es bastante extraño que 2 mujeres, que también son madres, estén tan equivocadas y que dejen escapar al perpetrador que cometió el daño a los niños.

El gobierno introdujo medidas más estrictas y anunció tolerancia cero con la pedofilia. Lo cual es necesario y merece mucho apoyo. No hay lugar cerca de los niños para personas que no respetan y protegen la inocencia del niño.

Judit Varga exministra de Justicia y excandidata a la Eurocámara

La historia dio un giro inesperado, porque el exmarido de la ex ministra de Justicia, Péter Magyar -de quien actualmente está en proceso de divorcio-, que ocupó altos cargos en empresas gubernamentales, concedió una entrevista de más de una hora y habló del lado oscuro de la comunicación gubernamental y el de los errores. La entrevista obtuvo una gran cantidad de visitas y fue seguida por una segunda entrevista. Desde entonces, ha estado presente en el discurso público e intenta sacar capital político de su popularidad.

¿Y de qué estaba hablando? ¿Qué aprendimos? No hay mucha novedad, porque cualquiera que siga la política, aunque sea un poco, sabe que el gobierno de Orbán tiene un fuerte control del poder político y económico. Lo inusual fue que una persona cercana al gobierno, profundamente involucrada en la toma de decisiones y los procedimientos, criticara duramente el sistema y los actores de la gran política. Péter Magyar ve a Katalin y su esposa Judit Varga como víctimas que podrían ser sacrificadas. ¿Porque eran populares? ¿Porque eran mujeres? ¿O porque realmente cometieron un error?

Viktor Orbán, primer ministro de Hungría. ¿Qué fue lo que provocó la caída de ambas mujeres?

No sabemos exactamente por qué la comunicación gubernamental eligió este tipo de arreglo.

El caso es que las dos mujeres fueron marginadas y sus nombres fueron asociados al caso de pedofilia. Sus carreras políticas quedaron selladas y terminadas.

Se convirtió en ejemplos aterradores del hecho de que la política no es un campo para mujeres. Tenemos que darnos cuenta de que las bofetadas más fuertes las dan los hombres y no sólo a los hombres.

¿Qué sigue? ¿Son ciertas las afirmaciones de Péter Magyar? Es posible. Pero eso no cambia el hecho de que la máquina de Orbán sigue funcionando sólidamente, sólo que ahora sin mujeres.

Krisztina Bader

Experta en comunicación