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Reflexiones sobre el conflicto israelí-palestino – Carlos Anaya

Los conflictos en el Medio Oriente parecen no tener fin, especialmente el que libran israelíes y palestinos. La espiral de la violencia ha predominado, al punto de hacernos creer que no hay una solución distinta. Sin embargo, también hay quienes optan por una resistencia civil pacífica. Lo primero, ha traído destrucción, muerte y desolación. Lo segundo, un rayo de esperanza.

Hacia una paz Duradera: Reflexiones sobre el conflicto israelí-palestino

9 de octubre de 2023

Historia del conflicto: desde la Declaración Balfour hasta los recientes acuerdos de Abraham

La tensión entre israelíes y palestinos ha sido una constante en la historia moderna del Medio Oriente. Comprender su origen y evolución es crucial para abordar sus complejidades actuales.

La Declaración Balfour de 1917 se emitió durante un período de inestabilidad geopolítica, al final de la Primera Guerra Mundial. En esta declaración, el gobierno británico prometió apoyo para el establecimiento de un “hogar nacional para el pueblo judío” en Palestina, a la vez que afirmaba que esto no debería “perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías”. (1)

Esta promesa se dio en un momento en que Palestina estaba bajo Mandato Británico y fue vista por la población árabe local como una traición de Gran Bretaña a las aspiraciones nacionales y soberanas palestinas. Durante las décadas siguientes, las fricciones entre las comunidades judía y árabe en lo que ahora es Palestina e Israel se intensificaron.

El establecimiento del Estado de Israel en 1948 condujo a conflictos armados entre Israel y sus vecinos árabes. Esto, a su vez, agravó la situación de los palestinos, muchos de los cuales se convirtieron en refugiados. (2)

Declaración de Balfour, 1917

Con los años, ha habido varios intentos de resolver el conflicto. Los Acuerdos de Oslo de la década de 1990, promovidos por Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), por ejemplo, parecían prometedores, con el objetivo de establecer un estado palestino junto a Israel. Sin embargo, la falta de consenso sobre puntos clave y las tensiones continuas frustraron las esperanzas de una paz duradera. (3)

Más recientemente, los Acuerdos de Abraham de 2020, promovidos por Estados Unidos (3), marcaron un cambio en la dinámica regional, ya que varios países árabes normalizaron relaciones con Israel. Estos acuerdos han sido criticados por no abordar directamente el conflicto israelí-palestino, pero también se ven como una oportunidad para reconfigurar alianzas y enfoques hacia la paz. (4)

Intentos de solución: ¿Por qué el Acuerdo de Camp David o los Acuerdos de Oslo no produjeron una paz duradera?

Históricamente, ha habido numerosos esfuerzos diplomáticos para resolver el conflicto israelí-palestino. Dos de los intentos más notables han sido los Acuerdos de Camp David (4) y los Acuerdos de Oslo.

Acuerdos de Camp David (1978): Esta serie de conversaciones, mediadas por el presidente de EE.UU. Jimmy Carter y celebradas en Camp David, involucraron al líder egipcio Anwar Sadat y al primer ministro israelí Menachem Begin. Como resultado, se logró el primer tratado de paz entre un país árabe (Egipto) e Israel. Aunque este tratado fue un avance histórico, se centró principalmente en las relaciones entre Egipto e Israel más que en la situación palestina per se. Aunque el acuerdo mencionaba proporcionar autonomía a los palestinos en Cisjordania y Gaza, estos términos eran vagos y no condujeron a una solución concreta para el tema palestino. (5)

Sadat, Carter y Beguin. Acuerdos de Camp David, 1978

Acuerdos de Oslo (1993-1995): Estos acuerdos, firmados entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), debían ser un paso significativo hacia la paz. Establecieron una Autoridad Palestina y reconocieron su derecho a gobernar partes de Cisjordania y Gaza. Sin embargo, los Acuerdos de Oslo enfrentaron varios desafíos:

Ambigüedad: Algunos términos del acuerdo no estaban claros, lo que llevó a interpretaciones contradictorias. (6)

Falta de confianza: Las violaciones por ambos lados, ya fueran la expansión de asentamientos israelíes o los ataques terroristas palestinos, erosionaron la confianza. (7)

Cuestiones espinosas: Asuntos fundamentales, como el estatus de Jerusalén o el derecho de retorno para los refugiados palestinos, no fueron abordados de manera concluyente. (8)

A pesar de los esfuerzos diplomáticos, la falta de consenso en cuestiones críticas, junto con las tensiones continuas, ha hecho que la paz duradera sea esquiva.

Rabin, Clinton y Arafat. Acuerdos de Oslo,1993.

Percepciones públicas: Las encuestas muestran un anhelo de paz entre la mayoría, pero ¿confían en que sus líderes lo logren?

El conflicto israelí-palestino es complejo y, a lo largo de los años, ha influenciado profundamente las percepciones y actitudes de las poblaciones de ambos lados. Si bien la mayoría de las encuestas indican un verdadero deseo de paz por parte de ambas poblaciones, también reflejan escepticismo y desconfianza sobre la capacidad de sus líderes para lograrlo.

El Centro Palestino para la Investigación de Políticas y Encuestas (PCPSR) y el Instituto de Democracia de Israel (IDI), entre otros, han realizado encuestas conjuntas a lo largo de los años. Estas encuestas ofrecen información sobre cómo las poblaciones israelí y palestina ven el proceso de paz, los acuerdos propuestos y la confianza en sus respectivos líderes.

Resultados clave de encuestas recientes (hasta 2021):

Aunque existe un claro deseo de paz entre ambas poblaciones, existe una profunda desconfianza mutua. La mayoría de israelíes y palestinos no creen que la otra parte esté interesada en lograr una paz genuina. (9)

Existe una falta de confianza en que los líderes actuales puedan lograr una solución pacífica. Tanto israelíes como palestinos son escépticos sobre la capacidad y voluntad de sus líderes para lograr una paz duradera. (10)

Aunque los acuerdos de paz anteriores, como los Acuerdos de Oslo, fueron recibidos con grandes esperanzas, la falta de progreso tangible y la violencia subsiguiente llevaron a una disminución de la esperanza y el optimismo entre las poblaciones. (11)

Entender estas percepciones es vital para cualquier esfuerzo futuro por la paz. Solo abordando las preocupaciones y miedos de las poblaciones se puede avanzar hacia una solución aceptada y duradera.

Netanyahu, Trump, Al Zayani y Zayed. Acuerdos de Abraham, 2020.

Desafíos actuales: Asentamientos, Jerusalén, refugiados y seguridad

El conflicto israelí-palestino se ha caracterizado por varios desafíos persistentes que han sido difíciles de resolver en negociaciones anteriores.

Asentamientos: La construcción y expansión de asentamientos israelíes en Cisjordania ha sido un punto de fricción constante. Estos asentamientos son vistos por la comunidad internacional y por los palestinos como una violación del derecho internacional y un obstáculo para la paz. Israel, por su parte, ve algunos de estos asentamientos como una extensión de su soberanía y un elemento vital para su seguridad. (12)

Jerusalén: El estatus de Jerusalén es una de las cuestiones más controvertidas. Ambos lados reclaman la ciudad como su capital. Para los judíos, Jerusalén es la sede del histórico Templo de Salomón y el lugar más sagrado de su religión. Para los musulmanes, la ciudad alberga la Mezquita Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del islam. Los cristianos también consideran a Jerusalén sagrada debido a su significado en la vida de Jesucristo. (13)

Refugiados: El derecho al retorno de los refugiados palestinos es otra cuestión crucial. Muchos palestinos se convirtieron en refugiados después de la guerra árabe-israelí de 1948. La demanda de que se les permita regresar a sus hogares en lo que ahora es Israel ha sido una reivindicación central de los palestinos. Israel, sin embargo, sostiene que el retorno masivo de refugiados amenazaría su carácter como estado judío. (14)

Seguridad: Para Israel, la seguridad es una preocupación primordial. Las incursiones y ataques terroristas han reforzado la percepción entre muchos israelíes de que se necesita un control firme en Cisjordania y Gaza para garantizar la seguridad de Israel. Los palestinos, por su parte, ven la presencia militar israelí y las restricciones en Cisjordania y Gaza como una ocupación y una violación de sus derechos. (15)

Estos desafíos son interdependientes y están profundamente arraigados en las narrativas históricas, religiosas y nacionales de ambos lados. Abordarlos requiere compromiso, creatividad y voluntad política.

La dimensión internacional: La influencia de actores externos en el conflicto

El conflicto israelí-palestino no ha sido simplemente un enfrentamiento bilateral. Desde su inicio, ha atraído la atención e intervención de potencias externas, cada una con sus propios intereses y agendas.

Estados Unidos ha sido un actor clave, mediando en múltiples rondas de conversaciones de paz y siendo un aliado cercano de Israel. Sin embargo, su relación con Palestina también ha evolucionado, con un reconocimiento cada vez mayor de los derechos palestinos y la necesidad de una solución de dos estados. (16)

Las naciones árabes circundantes, particularmente Egipto y Jordania (que tienen tratados de paz con Israel), también han desempeñado roles cruciales. Mientras que al principio estuvieron en conflicto directo con Israel, con el tiempo han llegado a ver una resolución pacífica al conflicto israelí-palestino como en su propio interés. (17)

Palestinas protestan pacíficamente

La influencia de actores regionales como Irán y Turquía también ha sido notable. Irán ha apoyado a grupos militantes como Hamás y la Yihad Islámica, mientras que Turquía ha defendido los derechos palestinos en foros internacionales. (18)

Organizaciones internacionales como las Naciones Unidas han jugado un papel destacado, ya sea proporcionando asistencia humanitaria a los refugiados palestinos a través de la UNRWA o intentando mediar en el conflicto.

La intervención internacional ha sido una espada de doble filo. Si bien ha proporcionado apoyo esencial y ha presionado para la resolución del conflicto, también ha complicado las dinámicas al introducir intereses externos y agendas. (19)

¿Cuál es el camino a seguir?

El camino hacia una paz duradera es incierto y plagado de desafíos. Sin embargo, la historia también muestra que los cambios pueden ser rápidos y sorprendentes.

Para avanzar, es esencial que ambas partes reconozcan y respeten las aspiraciones nacionales, históricas y religiosas de la otra. Esto no significa ceder en demandas fundamentales, sino comprender que cualquier solución debe ser justa y aceptable para ambos lados. (20)

Las siguientes son algunas áreas clave de enfoque y consideración:

Negociaciones directas: Si bien la mediación internacional puede ser útil, es crucial que las partes en conflicto se involucren en diálogos directos. Esta es la única forma de abordar preocupaciones y malentendidos directamente. (21)

Construcción de confianza: Dado el alto nivel de desconfianza, es vital establecer medidas de fomento de la confianza. Esto puede incluir cosas como pausas en la construcción de asentamientos, liberación de prisioneros y reducción de restricciones en Cisjordania y Gaza. (22)

¿Resistencia pacífica o violencia? Se debe escoger uno de los dos caminos.

Participación de la sociedad civil: Es esencial involucrar a la sociedad civil de ambos lados en el proceso de paz. Las organizaciones no gubernamentales, los grupos de jóvenes y las asociaciones intercomunitarias pueden desempeñar un papel vital en la construcción de puentes y en la promoción de un entendimiento mutuo. (23)

Enfoque en áreas de cooperación mutua: Hay áreas donde la cooperación israelí-palestina puede ser beneficiosa para ambos lados, como el desarrollo económico, la gestión del agua y la investigación médica. Fomentar la colaboración en estas áreas puede ayudar a reducir tensiones y construir una base para la paz. (24)

Educar para la paz: Uno de los desafíos más grandes es cambiar las narrativas de odio y desconfianza que se han arraigado en generaciones. La educación es una herramienta poderosa y puede desempeñar un papel en la creación de una nueva generación que esté más abierta al compromiso y a la paz. (25)

A pesar de los desafíos, la historia muestra que la paz es posible. Se necesita liderazgo valiente, voluntad política y compromiso de ambos lados, así como el apoyo de la comunidad internacional. El camino hacia la paz no es fácil, pero es esencial para asegurar un futuro mejor para todos los habitantes de la región. (26)

Conclusión

El conflicto israelí-palestino es una de las disputas más prolongadas y complejas del mundo. A pesar de los muchos obstáculos, es esencial buscar una solución que ofrezca justicia, seguridad y dignidad para todos. Con voluntad política, compromiso y apoyo internacional, una paz duradera es posible.

Bibliografía

  1. Balfour, A. (1917). The Balfour Declaration. The British Government.
  2. Morris, B. (2001). Righteous Victims: A History of the Zionist-Arab Conflict, 1881-2001. Vintage Books.
  3. The Abraham Accords Declaration. (2020). United States Government.
  4. Camp David Accords. (1978). United States Government.
  5. Quandt, W. B. (1986). Camp David: Peacemaking and Politics. Brookings Institution Press.
  6. Oslo Accords. (1993). Government of Israel & Palestine Liberation Organization.
  7. Shlaim, A. (2001). The Iron Wall: Israel and the Arab World. W. W. Norton & Company.
  8. Tessler, M. (2009). A History of the Israeli-Palestinian Conflict. Indiana University Press.
  9. Palestinian Center for Policy and Survey Research. (Various Years). Public Opinion Polls. PCPSR.
  10. Israel Democracy Institute. (Various Years). Public Opinion Polls. IDI.
  11. Ross, D. (N.D.). The Missing Peace. Publisher Not Specified.
  12. Smith, C. D. (2020). Palestine and the Arab-Israeli Conflict. Bedford/St. Martin’s.
  13. Tessler, M. (2009). A History of the Israeli-Palestinian Conflict. Indiana University Press.
  14. Khalidi, R. (2006). The Iron Cage: The Story of the Palestinian Struggle for Statehood. Beacon Press.
  15. O’Malley, P. (2015). The Two-State Delusion: Israel and Palestine – A Tale of Two Narratives. Viking.
  16. Ross, D. (2015). Doomed to Succeed: The U.S.-Israel Relationship from Truman to Obama. Farrar, Straus and Giroux.
  17. Black, I. (2017). Enemies and Neighbors: Arabs and Jews in Palestine and Israel, 1917-2017. Atlantic Monthly Press.
  18. Gerges, F. A. (2014). The New Middle East: Protest and Revolution in the Arab World. Cambridge University Press.
  19. Beinart, P. (2012). The Crisis of Zionism. Times Books.
  20. Segev, T. (2000). One Palestine, Complete: Jews and Arabs Under the British Mandate. Metropolitan Books.
  21. Indyk, M. S. (2009). Innocent Abroad: An Intimate Account of American Peace Diplomacy in the Middle East. Simon & Schuster.
  22. Quandt, W. B. (2005). Peace Process: American Diplomacy and the Arab-Israeli Conflict Since 1967. University of California Press.
  23. Kuttab, D. (2016). Sesame Street, Palestine: The Promise and Challenge of Educational TV in the Arab World. Rutgers University Press.
  24. Elgindy, K. (2019). Blind Spot: America and the Palestinians, from Balfour to Trump. Brookings Institution Press.
  25. Bar-Tal, D. (2000). Shared Beliefs in a Society: Social Psychological Analysis. Sage Publications.
  26. Rabinovich, I. (2004). Waging Peace: Israel and the Arabs, 1948-2003. Princeton University Press.

Shlaim, A. (2001). The Iron Wall: Israel and the Arab World. W. W. Norton & Company.

6 thoughts on “Reflexiones sobre el conflicto israelí-palestino – Carlos Anaya

  1. El amor por la vida humana debería ser el que prime en cualquier situación de violencia, pareciera ser “la herramienta” de la sociedad en un ambiente bélico constante; a mi entender el punto es la divisiones de tierras para la gobernabilidad, en esa parcelación un nuevo orden podría ser solución pero hay resistencia a hacer cambios. Sin duda ambas partes deberían ceder para ganar algo primordial, “paz” para construir.

    1. Estimado JNC, gracias por tu comentario, que me da pie para comentar sobre la problemática actual de la región:
      Desafíos actuales: Asentamientos, Jerusalén, refugiados y seguridad.
      El conflicto israelí-palestino se ha caracterizado por varios desafíos persistentes que han sido difíciles de resolver en negociaciones anteriores.
      Asentamientos: La construcción y expansión de asentamientos israelíes en Cisjordania ha sido un punto de fricción constante. Estos asentamientos son vistos por la comunidad internacional y por los palestinos como una violación del derecho internacional y un obstáculo para la paz. Israel, por su parte, ve algunos de estos asentamientos como una extensión de su soberanía y un elemento vital para su seguridad.
      Jerusalén: El estatus de Jerusalén es una de las cuestiones más controvertidas. Ambos lados reclaman la ciudad como su capital. Para los judíos, Jerusalén es la sede del histórico Templo de Salomón y el lugar más sagrado de su religión. Para los musulmanes, la ciudad alberga la Mezquita Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del islam. Los cristianos también consideran a Jerusalén sagrada debido a su significado en la vida de Jesucristo.
      Refugiados: El derecho al retorno de los refugiados palestinos es otra cuestión crucial. Muchos palestinos se convirtieron en refugiados después de la guerra árabe-israelí de 1948. La demanda de que se les permita regresar a sus hogares en lo que ahora es Israel ha sido una reivindicación central de los palestinos. Israel, sin embargo, sostiene que el retorno masivo de refugiados amenazaría su carácter como estado judío.
      Seguridad: Para Israel, la seguridad es una preocupación primordial. Las incursiones y ataques terroristas han reforzado la percepción entre muchos israelíes de que se necesita un control firme en Cisjordania y Gaza para garantizar la seguridad de Israel. Los palestinos, por su parte, ven la presencia militar israelí y las restricciones en Cisjordania y Gaza como una ocupación y una violación de sus derechos.
      Estos desafíos son interdependientes y están profundamente arraigados en las narrativas históricas, religiosas y nacionales de ambos lados. Abordarlos requiere compromiso, creatividad y voluntad política.

  2. Gracias por la oportunidad de proporcionar comentarios sobre este artículo. Aquí hay algunos pensamientos:

    – El artículo ofrece una buena visión general de la historia del conflicto palestino-israelí, desde la Declaración Balfour hasta los recientes Acuerdos de Abraham. Sin embargo, carece de discusión sobre acontecimientos importantes en el Líbano y Siria que impactaron a los cristianos de la región durante el siglo pasado.

    – El artículo se beneficiaría de tener más contexto sobre las experiencias de los cristianos en el Líbano y Siria en medio de conflictos como la Guerra Civil Libanesa, la invasión israelí del Líbano y recientemente en la guerra civil de Siria. Las poblaciones cristianas han enfrentado desplazamientos, violencia y persecución en estos conflictos.

    – Además, el artículo no diferencia entre las acciones de Hamas y Hezbollah versus la sociedad civil palestina, libanesa y siria en general. Es importante señalar que, si bien Hamás y Hezbolá han emprendido acciones terroristas, la mayoría de los civiles participan o apoyan la resistencia no violenta y la desobediencia civil.

    – El artículo podría reforzarse mencionando el proyecto de desalinización del Mar Rojo de Jordania, que aumentó el acceso al agua dulce y la cooperación en la región. Esas iniciativas pueden promover la paz y la seguridad. El coste de la desalinización del agua en Oriente Medio ha disminuido significativamente (más del 70%) entre 2000 y 2023.

    – Finalmente, la conclusión podría señalar que las ideologías extremistas de actores como Irán, Rusia y China corren el riesgo de polarizar aún más el conflicto, mientras que los enfoques no violentos centrados en las personas pueden ofrecer caminos para la desescalada y el entendimiento mutuo entre israelíes y palestinos comunes y corrientes que buscan vivir con dignidad.

    En resumen, un contexto más histórico sobre las poblaciones cristianas y la diferenciación entre facciones violentas y la sociedad civil en general permitiría una discusión más matizada sobre los caminos hacia una paz duradera entre israelíes y palestinos. Avíseme si desea que amplíe alguna parte de estos comentarios.

    PS: PS:
    https://x.com/mariosebok/status/1711633960428572722?t=dm5hASt_s6PoE3yyJgA5Lw&s=08

    1. Estimado Mario, es muy adecuado tu comentario, por lo que amplio sobre la visión interregional del Medio Oriente y la influencia de actores externos en el conflicto:
      El conflicto israelí-palestino no ha sido simplemente un enfrentamiento bilateral. Desde su inicio, ha atraído la atención e intervención de potencias externas, cada una con sus propios intereses y agendas.
      Estados Unidos ha sido un actor clave, mediando en múltiples rondas de conversaciones de paz y siendo un aliado cercano de Israel. Sin embargo, su relación con Palestina también ha evolucionado, con un reconocimiento cada vez mayor de los derechos palestinos y la necesidad de una solución de dos estados.
      Las naciones árabes circundantes, particularmente Egipto y Jordania (que tienen tratados de paz con Israel), también han desempeñado roles cruciales. Mientras que al principio estuvieron en conflicto directo con Israel, con el tiempo han llegado a ver una resolución pacífica al conflicto israelí-palestino como en su propio interés.
      La influencia de actores regionales como Irán y Turquía también ha sido notable. Irán ha apoyado a grupos militantes como Hamás y la Yihad Islámica, mientras que Turquía ha defendido los derechos palestinos en foros internacionales.
      Organizaciones internacionales como las Naciones Unidas han jugado un papel destacado, ya sea proporcionando asistencia humanitaria a los refugiados palestinos a través de la UNRWA o intentando mediar en el conflicto.
      La intervención internacional ha sido una espada de doble filo. Si bien ha proporcionado apoyo esencial y ha presionado para la resolución del conflicto, también ha complicado las dinámicas al introducir intereses externos y agendas.
      Espero esto ayude a ampliar el contexto del conflicto.

  3. Compromiso, creatividad y voluntad política y algo más requiere; me centraré en la creatividad que hay que atreverse a proponer para crear un sistema político que auné la diversidad cultural, religiosa y social; están estas tan imbricadas que requiere una forma nueva de hacer gobiernos, difícil pero no imposible, apelando a la voluntad para mejorar las condiciones de vida de los dos estados. A mayor complejidad mayor creatividad para establecer cambios incluyendo el respeto por la vida.

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