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Dugin sugiere inmolar a Putin – Juan de Dios Andrade

Se tambalean los acuerdos de Rusia con Arabia Saudita. La OPEP discute aumentar su producción de crudo. Aumentan las divergencias y rupturas en el círculo de poder de Putin. Alexander Dugin sugiere que Putin debe ser inmolado. ¿Qué está pasando en Rusia?

CONfines Políticos

22 de Noviembre de 2022

Malas noticias para Vladimir: The Wall Street Journal dio a conocer que la OPEP está discutiendo el aumentar su producción petrolera por las sanciones al petróleo ruso. Se habla de hasta 500.000 barriles diarios, de cara a la reunión de la OPEP del próximo 4 de diciembre. Cabe señalar que, al día siguiente, entrará en vigor el embargo de la UE y los planes de un precio tope al crudo ruso por parte del G7. Bloomberg, a su vez, da cuenta de cómo están cayendo los precios del petróleo por el incremento en ciernes y porque la política de China ante el COVID ha desembocado en una caída en su demanda. Será muy difícil para Putin sortear el embargo en puerta, el precio tope y la disminución de las compras por parte de China al mismo tiempo…

Las ‘facturas pendientes’ entre Estados Unidos y Arabia Saudita, condujeron a un acercamiento del segundo con Rusia y a que la OPEP no aumentara su producción. Ahora van en sentido contrario: Rusia está entrando a un callejón sin salida y alguien tendrá que cubrir el vacío que se generará por las nuevas sanciones y medidas. Asimismo, luego de lo que fue catalogado como una ‘traición saudita’, Estados Unidos comenzó a desentenderse de la seguridad en el Golfo y, como lo abordamos en la entrega anterior, la pérdida de control geopolítico de Putin en Medio Oriente ha desembocado en una inestabilidad y escalada de grupos extremistas, que no sólo está afectando a Arabia Saudita…

Luego de los atentados en Estambul, Turquía bombardeó la zona kurda de Siria e Irak, y, ahora, Irán ha hecho lo propio en el Kurdistán iraquí. Mientras tanto, en Bulgaria fueron detenidos cinco individuos presuntamente involucrados en lo de Estambul…

Joe Biden y Salmán bin Abdulaziz, rey de Arabia

A los sauditas les urge recomponer sus relaciones con Joe Biden y no solamente por cuestiones del comercio petrolero. Lo que temen es que la alianza entre Rusia e Irán conlleve un ataque de los iraníes a Arabia Saudita y a Erbil, Irak. En una feria de acusaciones, Irán acusó a Estados Unidos, a los sauditas, a Israel y a los kurdos de las protestas y la inestabilidad política a raíz de la situación de las mujeres…

En la misma línea del WSJ, Bloomberg alertó sobre la pérdida rusa del 90% de su mercado en el norte de Europa y falta sopesar los efectos del embargo y del tope en el precio, que entrarán en vigor hacia principios de diciembre. Según los cálculos de Bloomberg, antes de invadir a Ucrania, Rusia vendía al norte de la UE 1,2 millones de barriles diarios. Hoy, es menos de 100 mil. Y aunque la India pasó de comprarle 20.000 barriles diarios a 200.000, es a precio de saldo y lo mismo hace con el resto de sus ventas por sustitución de ‘cliente’ al ser bloqueada Rusia en Occidente. A todas luces es un mal negocio…

Rusia sigue perdiendo la guerra de información

Guerra perdida en el campo de batalla, que podría empeorar. Armas biológicas, bombas sucias, inminencia de guerra nuclear, bloqueo a los cereales y muchos pronunciamientos más por parte de la propaganda rusa, han fracasado. Hasta la fecha, sobre los presuntos ataques con mosquito, nadie en el Kremlin ha podido explicar cómo es que los insectos podrían distinguir a un ruso del que no lo es…

Es precisamente el quedarse gradualmente sin ‘argumentos’ y opciones lo que hace que Putin se radicalice. Por eso se ceba atacando puntos estratégicos en contra de la población civil. Trata de infringir el mayor castigo posible a los ucranianos de a pie y presionar a Europa con oleadas de inmigrantes huyendo del invierno y de los bombardeos, y, desde el Medio Oriente y el norte de África, se sirve del grupo Wagner para lo mismo…

En opinión de los expertos en geoestrategia, Putin ha llegado al punto máximo de amenaza que puede ejercer, sin haber logrado sus objetivos. Sólo quedan las armas nucleares, lo que explica la creciente presión de Estados Unidos y la OTAN: “Si las usas, nos meteremos” y la insistencia rusa de que serían ‘armas nucleares tácticas’…

Hay todo un juego estratégico en torno al caso Ucrania y queda claro que Polonia quiere convertirse en la base central de ataque de la OTAN, ante una eventual guerra a escala global. Los polacos saben que, de caer Ucrania, ellos serían uno de los siguientes objetivos del Kremlin y, a la par, apuntan a desbancar a Alemania como el aliado estratégico militar de Estados Unidos…

A estas alturas, no hace falta decir que Francia y Alemania carecen de acceso a información directa de los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Por eso tantos desatinos de Scholz y de Macron en el ámbito geoestratégico…

En el mismo escenario se insertan las recientes palabras de Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, urgiendo a la UE a aumentar la producción de armamento para seguir apoyando a Ucrania: “Tenemos que recordar que el precio que pagamos se mide en dinero y el precio que paga Ucrania se mide en vidas y en sangre, todos los días”. Claro y directo…

Las divergencias y rupturas son innegables, como vimos en nuestras últimas entregas y ahora no es la excepción. En medio del forcejeo por una posible negociación, Dmitry Peskov, secretario de Prensa del Kremlin, contradijo todo el discurso oficial, tanto de Putin como de su círculo de poder, al asegurar que el cambio de régimen en Ucrania no es un objetivo de la ‘operación militar especial’, cuando Medvedev y Lavrov habían afirmado que sí lo era…

Con resultados disímbolos, Rusia igualmente busca incidir en el ánimo de los políticos y gobernantes populistas alrededor del mundo. Pero el tiempo sigue su marcha rumbo al 4 y 5 de diciembre. Vamos a ver qué cartas jugará Putin…

Medvedev y el apocalipsis ocultista

Por si no fuese suficiente, no han faltado las acusaciones por supuesto satanismo. Hace unos días, el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, Dmitry Medvedev, publicó en Telegram el artículo: Por qué nuestra causa es justa, donde retoma el lenguaje apocalíptico del que tanto gusta el propio Vladimir Putin. ‘Satán’, ‘drogadictos nazis’ o ‘traidores avariciosos’ fueron algunas de las expresiones para designar a los enemigos de Rusia y a los que le han dado la espalda, afirmando que Rusia “no renunciará a su tierra sagrada”. ¿’Tierra sagrada’? Esto parece remitirnos a las creencias de los geopolíticos nazis que hablaban de una ‘geografía sagrada’…

Según Medvedev, Rusia tiene enfrente a un mundo decadente y moribundo, y, al alzarse contra ese mundo, ha logrado “el poder sagrado”. En una afirmación inquietante, aseguró: “Tenemos la oportunidad de enviar a nuestros enemigos al infierno, pero esa no es nuestra tarea. Escuchamos en nuestros corazones la palabra del Creador y obedecemos. Son las palabras que nos dan un fin sagrado. El fin de detener al señor supremo del infierno, sea su nombre Satán, Lucifer o Iblís”. No hay forma de equivocarse. Su lenguaje es claramente apocalíptico. Pero eso no es todo…

Dmitry Medvedev simboliza muy bien lo que está pasando en la cúpula del poder ruso: una rara mezcla de racionalismo pragmático con misticismo ocultista. Para nadie es un secreto la predilección de Medvedev por el ocultismo ni la simpatía que siente por él la organización más importante de brujos en el país, porque lo han expresado públicamente, como lo vimos en otra entrega…

Pero, así como Medvedev cabalga a medio camino entre racionalismo y ocultismo, su esposa, Svetlana Medvedeva, es una practicante de la Iglesia Ortodoxa rusa y una pro-vida convencida…

Svetlana Medvedeva, el entonces patriarca Alexy II y el otrora metropolitano Kirill

Aitmatov y Dugin, del mito de Shambala al rey de la lluvia

Indudablemente, los destinatarios del artículo de Medvedev son los de casa. De un lado, afianza la alianza con la Iglesia Ortodoxa con el lenguaje apocalíptico, del cual también gusta el patriarca Kirill. Del otro, es evidente que se dirige a las comunidades musulmanas, especialmente a los chechenos. La referencia a ‘Iblís’ es inequívoca: se trata de la denominación musulmana para referirse a Satanás. ¿Trata Medvedev de hacerle un contrapeso al liderazgo de Ramzán Kadyrov? Porque la dupla Prigozhin-Kadyrov le ha declarado la guerra tanto a la cúpula militar como a la élite de los aparatos de inteligencia y seguridad rusos. De hecho, Kadyrov es enemigo personal de Alexander Bortnikov, el número uno del FSB, heredero de la KGB…

Hay una lucha feroz por el poder en Rusia, lo que da la pauta para posicionamientos cada vez más extremistas, conforme se acentúa la idea de un colapso, aunque algunos de los pronunciamientos resulten un tanto extravagantes…

Chingiz Aitmatov o el alma tradicional rusa

Sin embargo, lo publicado por Medvedev también se relaciona con las ideas de un escritor de la era soviética: Chingiz Aitmatov (1928-2008), originario del Kirguistán. Aunque no es su obra más importante, lo que nos interesa es su novela El bote blanco (1970), llevada dos veces a la pantalla. Primero, con el mismo nombre de la novela y, en 2021, como Shambala, bajo la dirección de Artykpai Sunyundukov. Shambala es un niño de una región remota de las Montañas Tengri. Aitmatov era dado a mezclar el folclore con la mitología y eso se refleja tanto en la novela como en la versión cinematográfica: el protagonista ve cómo el progreso va cambiando su mundo, mientras él se aferra a supersticiones antiguas con tal de sentirse tranquilo y a salvo…

Aunque tiene familiares, el niño vive aislado y se siente muy solo. Pese a ello, su entorno natural es de gran belleza y su abuelo lo va llenando de sabiduría sobre esas colinas, montañas, ríos y lagos, pero también de mitos. Todo va bien hasta que su abuelo renuncia como jefe de guardabosques, cuyo sucesor es un hombre ambicioso y cruel, que no respeta nada y sólo piensa en el dinero y las ganancias…

Mientras en la novela de Aitmatov, el nuevo guardabosques representa lo negativo de Stalin, la película se inclina a presentarlo como la encarnación del capitalismo sin alma. Las virtudes de la tradición ante las perversidades de la modernidad capitalista. Esta es la polaridad que le interesa a Putin, que se ve a sí mismo como la personificación del espíritu ruso que lucha contra el capitalismo occidental salvaje y decadente, lo que está presente en el artículo de Medvedev…

Sin embargo, esa narrativa se ve cuestionada por otra de franca ruptura. Una vez más, vuelve a ser Telegram el medio de comunicación. Hace unos días, Alexander Dugin, intelectual considerado el creador del plan que actualmente está siguiendo el Kremlin en su lucha por la preeminencia global, tronó contra Vladimir Putin. Dugin, igualmente muy identificado con los hombres que mueven los resortes del temible GRU, el aparato de seguridad militar, hizo referencia a lo dicho por James George Frazer en su obra: La rama dorada, un extenso estudio sobre el ocultismo, la magia, las sociedades secretas y las creencias religiosas. Especialmente nos interesa lo que dice sobre ‘el rey de la lluvia’, que debía hacer llover para salvar a su pueblo y, al fracasar, fue inmolado…

Alexander Dugin

Alexander Dugin nos recuerda que una de las diferencias torales entre democracia y autocracia es que, mientras en la primera hay un principio y un término para el ejercicio del poder, en la segunda se le entrega totalmente al autócrata. De tal modo que se tiene todo el poder, pero también toda la responsabilidad. Respecto a Ucrania, Dugin siempre ha criticado la lentitud y ‘moderación’ con que se ha actuado desde 2014, que no el proyecto en sí mismo.

Desde agosto pasado, a raíz de la trágica muerte de su hija, al parecer a manos del sistema de seguridad e inteligencia ucraniano, Dugin se siente defraudado por Putin. Con mayor razón al retirarse Rusia de Jerson (Kherson). Para Dugin, ceder más sería la derrota total y, en tal caso, Vladimir debe ser sacrificado o, por lo menos, derrocado. Al igual que Medvedev, el lenguaje del Aexander Dugin se torna apocalíptico e intramundano…

En lo personal, no creo que la Historia se decida por la acción de las sociedades secretas, de la magia o del ocultismo. Pero es evidente que estamos ante síntomas de una profunda ruptura en el círculo de poder de Vladimir y un malestar al interior del aparato de seguridad, así como en el entorno de los ultranacionalistas y exaltados del eurasianismo…

No es necesario que alguien se lo diga. Putin sabe que han empezado a correr los días en que se juega la vida o su permanencia en el poder, y que su futuro se decidirá en una doble mesa de negociación: con Occidente y Ucrania, y en casa con los llamados siloviki

Hasta entonces…

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com