Mié. May 15th, 2024

Elon Musk y la primera confrontación global – Juan de Dios Andrade

Asistimos a la primera confrontación global, al fin de la era de los imperios nacionales y a una feroz lucha por la tecnología que rige la conectividad global. No es una confrontación convencional, sino una guerra híbrida, en la cual, Elon Musk se ha convertido en un competidor global.

CONfines Políticos

21 de Diciembre de 2022

Estamos terminando 2022 y se impone la necesidad de calibrar correctamente lo que ha sido. Materialmente hablando, presenciamos una guerra que iba a resolverse en tres días y que va rumbo al año y no sabemos cuánto más vaya a durar, pero sí podemos precisar que a Vladimir se le está acabando el tiempo…

No está en juego sólo Ucrania o una parte de su territorio, sino el sistema global que regirá lo que resta del siglo XXI y el predominio de las diferentes potencias en dicho escenario. Sólo en Ucrania se libra una guerra convencional, mientras que, en otros planos, se desarrolla una guerra híbrida…

Es decir: un conflicto mediante estrategias de confrontación que no se agotan en lo militar, ni reside en ello el combate decisivo. Al margen de la guerra tradicional, el campo de batalla se compone de choques en las redes sociales, oleadas de ciberataques, información y desinformación, movimientos migratorios, maniobras insurgentes, falsas alarmas de bomba o de ataques inminentes que nunca ocurren, guerra comercial, guerrilla intelectual y así por el estilo…

Las guerras híbridas son guerras asimétricas y también requieren de aliados tácitos o expresos desde adentro del ámbito rival, para dividir, fragmentar y generar confrontaciones internas…

Los objetivos inmediatos estriban en vulnerar la seguridad y la estabilidad del adversario. Pero los objetivos finales, siempre son geopolíticos…

¿Guerra convencional o guerra híbrida?

El fin de los imperios nacionales

A partir de su libro El gran tablero mundial, el malogrado Zbigniew Brzezinski inició un análisis geopolítico desde la perspectiva de una paradoja: el fin de la Guerra Fría desembocó en que, por primera vez, una potencia externa a Eurasia se convirtiera en la potencia dominante a escala global y, al mismo tiempo, con ella terminaría la era de los imperios nacionales…

Estados Unidos transitó al siglo XXI con la convicción de que le correspondía darle forma al mundo, pero, decía Brzezinski, se dedicó a dilapidar su prestigio, su poder y su influencia. En sus últimos libros y artículos, Zbigniew Brzezinski se dedicó a sopesar los primeros 15 años de Estados Unidos como la superpotencia global, los cuales abarcaron las presidencias de George H. W. Bush, Bill Clinton y George W. Bush. Si un presidente prioriza los asuntos internacionales, el peso de las decisiones descansarán en el Consejo de Seguridad Nacional; si fuese lo doméstico, el liderazgo recaerá en la Secretaría de Estado. Pero lo más delicado ocurre cuando el gobernante carece de una interpretación adecuada de la realidad geopolítica o adopta una estrategia incoherente…

Brzezinski constató que, al terminar el gobierno del tercer presidente en cuestión, el liderazgo de Estados Unidos se había debilitado, las expectativas eran negativas y aumentaba el rechazo de sus otrora aliados incondicionales. Así fue como Barack Obama arribó a la Casa Blanca, con un añadido (me atrevo a agregar): el declive de la potencia norteamericana incluía la decadencia de la élite globalizadora ganadora de la Guerra Fría y eso tiene implicaciones que rebasan las fronteras de Estados Unidos, porque se trata de instancias trilaterales que impactan en los extremos de Eurasia y en otras latitudes…

Luego, ganó la presidencia Donald Trump, diametralmente opuesto al globalismo trilateral, pero que también selló alianzas con parte de él y se cumplieron los temores de Brzezinski: la estrategia fue incoherente, lo que precipitó el declive norteamericano…

Trump estaba convencido de que el enemigo a vencer era China y veía a Rusia de un modo más benigno. En cambio, Brzezinski creía que era necesario que Estados Unidos y China pactaran un nuevo sistema de seguridad global y forzar a Rusia a sumarse o quedar relegada…

El resto ya lo sabemos: Trump proclamó a China como el principal peligro para Estados Unidos e indirectamente potenció a Rusia. Pero ¿qué es lo que está en juego propiamente? Esa es la clave…

Zbigniew Brzezinski o los imperativos geoestratégicos de Estados Unidos

La guerra híbrida global

El sistema de seguridad global que emanó del final de la Guerra Fría, está rebasado y la guerra híbrida que hoy estamos viendo es por la configuración del nuevo. Pero no estamos hablando de pasar del predominio de una potencia a otra, porque está concluyendo la era de los imperios nacionales. El propio Brzezinski anticipó que la realidad internacional iba a ser cada vez más compleja y que no sería fácil para otra potencia el ejercer un poder hegemónico. Es decir, el contrapeso no sería otra u otras potencias, sino la propia complejidad global…

Lo digo porque, a raíz de la competencia geoestratégica entre Estados Unidos y China, así como por la guerra en Ucrania, en la opinión pública parece permear la idea de que el desenlace será que una potencia prevalecerá y otra será vencida. Lamento decirles que la cosa no es tan simple…

Pactar un entramado de esa naturaleza, pasa por determinar áreas de influencia y aglutinamiento de países y potencias regionales. Sería una realidad de cuatro o cinco macrorregiones, con un número variable de microrregiones. Todo un mundo por decidir…

Está en juego la venta de gas, de telefonía celular (móvil) y de muchas cosas más, pero igualmente el sistema comercial en sí mismo, el sistema bancario y crediticio, el sistema de conectividad global, el intrincado sistema de las redes sociales, en fin…

La lucha por el control del sistema tecnológico se va a centrar en los microchips y no se dude de la importancia de la Inteligencia Artificial (IA), del predominio en el litio o en los mantos acuíferos, por mencionar algunos aspectos…

Las posibilidades de la Inteligencia Artificial en la era global

La conexión Musk

¿O ustedes se creen que la compra de Twitter por parte de Elon Musk fue sólo por cuestión de negocios? Musk es otro jugador global externo a la élite globalista original, que se hace con el control de una de una red social completa y de expedientes, entre ellos el relativo al caso de Hunter Biden y el FBI, aunque no sea lo único…

Tampoco se puede obviar el cambio de actitud del príncipe saudí Alwalled bin Talal bin Abdulaziz, sobrino del rey Salman bin Abdulaziz, que, al principio, se oponía a que Elon Musk comprara Twitter y que, luego, terminó respaldándolo. Hablamos del segundo inversionista en importancia en la red social, después del propio Musk…

Más todavía: Elon Musk fue captado en la final del mundial de Qatar, junto a Jared Kushner, yerno y exasesor de Donald Trump durante su gobierno, quien actualmente trabaja para Affinity Partners, firma que tiene entre sus fuentes de inversiones al fondo soberano de riqueza del gobierno saudita. Por lo menos en dos ocasiones, Joe Biden ha llegado a acuerdos con Arabia Saudita, que, al final, ha preferido pactar con Rusia y dejar en vilo a Estados Unidos. En el mismo contexto, están las negociaciones sauditas con China para configurar un sistema comercial que compita con el que controla Estados Unidos y sus aliados…

Un aspecto relevante, es que, al principio, la relación de Donald Trump con los mormones fue muy accidentada, al grado de que hubo descalificaciones al entonces aspirante a la presidencia norteamericana y amagos de retirarle apoyo al Partido republicano. Como en el caso saudita, algo los hizo cambiar, pues el Coro del Tabernáculo Mormón cantó durante la toma de posesión de Trump y, más adelante, él les correspondió visitando instalaciones mormonas del bienestar…

Elon Musk se presenta como agnóstico, pero el que es considerado su mano derecha en materia de inversiones, Jared Birchall, es mormón y forma parte activa de dicha denominación religiosa…

Los aparatos de inteligencia

Musk juega un pulso de altos vuelos con Google, con su proyecto de Inteligencia Artificial ChapGPT de la empresa OpenAI, con la cual pretende desbancar al principal buscador. Asimismo, apunta a las instancias abocadas a inversiones y análisis de datos, así como a Facebook. Google, a su vez, activó una tecnología similar, para responder al desafío de OpenAI…

¿Por qué es importante lo anterior? Porque abarca la confrontación global de aparatos de inteligencia. No hay comunidad de inteligencia capaz de analizar la ingente cantidad de datos que se generan cada día y la AI se ha vuelto indispensable…

El 15 de diciembre pasado, se dio a conocer que el Pentágono había otorgado un contrato de nube de 9 mil millones de dólares a Amazon, Google, Microsoft y Oracle. No se trata sólo de capacidad para almacenar en la nube, sino del sistema de seguridad global. Amazon Web Services tiene años trabajando con la CIA mediante contrato y también con la Agencia de Seguridad Nacional…

No deja de ser significativo que las empresas tecnológicas libren sus propias batallas entre sí por el predominio global…

Hay una guerra encarnizada por la tecnología, de la que depende la conectividad global y la opinión pública. Desde la compra de Twitter, arreció el forcejeo de Musk con algunos medios identificados con la élite globalista: The New York Times, The Washington Post, CNN y VOA, por citar algunos…

No estamos hablando de conspiraciones globales, sino de que el fin de los imperios nacionales trae consigo el que se tejan alianzas al margen del nuevo tipo de potencias y liderazgos. O, si se prefiere, luchan los gobiernos y sus aliados, pero también las élites que no se circunscriben a las fronteras nacionales…

Vladimir Putin

A Vladimir se le está acabando el tiempo

Sin embargo, los proyectos tienen sus propios tiempos y los de Vladimir se están cumpliendo. Su reciente visita a Bielorrusia, lo refleja. Busca atizarle a la presión y al nerviosismo de Occidente, acariciando la posibilidad de una nueva ofensiva con el apoyo de Lukashenko, que siente cómo Putin lo trata de arrastrar a la guerra sin lograrlo del todo…

Aunque se habla de que Rusia se ha preparado para una guerra prolongada, con la llega del invierno (21-22 de diciembre, según la región), Vladimir ha entrado en su fase más delicada. Amenazó con dejar a Europa sin gas durante el invierno, pero no le funcionó. Por eso se cebó con las instalaciones de energía ucranianas, afectando a los civiles. El invierno terminará el 20 de marzo y, si todo sigue como hasta ahora, su liderazgo comenzará a hundirse dentro de Rusia y no es lo único que le quita el sueño…

Durante el XX Congreso Nacional del Partido Comunista Chino (16-22 de octubre), Xi Jinping consolidó su poder absoluto, desplazó lo poco que quedada de contrapeso y obtuvo el aval para un tercer mandato, aunque esto último fue el 23 de octubre, durante la primera sesión plenaria del nuevo Comité Central del PCCh, que lo confirmó como secretario general…

Digo ‘aval’, porque formalmente su tercer mandato iniciará en marzo de 2023, cuando ocurra la XIV Asamblea Popular Nacional del PCCh. La XIII Asamblea fue del 5 al 20 de marzo de 2018 y, aunque es una formalidad, habrá que esperar la difusión de las fechas de la siguiente…

Xi Jinping

¿Qué significa eso? Que Putin tiene dos meses para encontrar una salida a la guerra en Ucrania, porque, de lo contrario, el jerarca chino empezaría su histórico tercer mandato con un aliado que ha fracasado en su intento de imponerse y no creo que eso le haga gracia…

No significa que Xi Jinping vaya a romper con Putin, pero sí que lo presionará para un desenlace negociado y perderá rango, como de hecho ya le está ocurriendo. Como vimos en otra entrega, por invadir Ucrania, mermó la presencia militar de Rusia en Asia Central, donde sus aliados forcejan y se agreden, sin que Putin pueda poner orden porque no tiene con qué hacerlo. Ahora es China quien se está convirtiendo en el fiel de la balanza en el espacio postsoviético…

Globalistas, casineros, tele-evangelistas, nacionalistas cristianos, mormones, nobles sauditas, transhumanistas, aparatos de inteligencia, populistas autoritarios, ortodoxos rusos y hasta ocultistas, todos enfrascados en la primera confrontación global de la Historia…

Brzezinski decía que la fecha límite para ver si Estados Unidos declinaba de su papel en el escenario global y China asumía esa centralidad, es 2025. Esa es una ‘navaja de doble filo’, porque también es un plazo para el gigante asiático o, de lo contrario, el desenlace podría ser distinto o posponerse…

Hasta entonces…

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com