Jue. May 16th, 2024

¿Está China a punto de naufragar? – Juan de Dios Andrade

El mundo se bate entre los forcejeos de Estados Unidos y de China, pero también entre dos grandes modelos postcapitalistas y, por ende, posliberales. ¿Es el fin del capitalismo? ¿Está China a punto de naufragar por endeudamiento excesivo propio y de sus socios? China dice que no. ¿Quién tiene la razón en esta guerra global de información?

CONfinesPolíticos

El siglo XX fue el siglo del fracaso del totalitarismo socialista. Sí, porque Hitler, Stalin, Mussolini, Mao, Fidel Castro y varios más se declaraban ‘socialistas’. Hasta gente como Goebbels, eran connotados marxistas desde su etapa estudiantil. Stalin y Hitler entraron como aliados a la Segunda Guerra Mundial, y, si luego se confrontaron, fue por el reparto de Europa del Este y el control de Eurasia. No se trató de ninguna discrepancia ideológica sino pragmática…

El derrumbe del Muro de Berlín y el colapso de la Unión Soviética, confirmó que el siglo XX había sido un rotundo ‘mentís’ al totalitarismo socialista y, conforme transitamos de un siglo a otro, surgió la incógnita de si el siglo XXI sería el del declive del capitalismo…

Sin embargo, lo anterior implica dos salidas falsas: primero, la de los nostálgicos que insisten en que la realidad social y política se siga rigiendo por izquierdas y derechas, de tal modo que la pretendida caída del capitalismo sea el retorno a un socialismo ‘moderado, liberal y democrático’, una especie de segunda oportunidad para las izquierdas. Nada más lejos de la realidad. La globalización del mundo ha generado tales dinámicas que las izquierdas ya no son ni la sombra de lo que fueron…

La otra salida falsa es la de los partidarios del sistema capitalista, que vieron al siglo XX como la confirmación de que sus postulados eran válidos y perennes, y hasta se ha afirmado que el éxito del capitalismo liberal se debió a su consonancia con los derechos inherentes a la naturaleza humana. Otro disparate más. Si algo está demostrado en lo que llevamos del siglo XXI, es la aparición de una enorme desigualdad global, que afecta tanto a los otrora territorios comunistas como a los actuales enclaves del capitalismo triunfante…

Francis Fukuyama. ¿Fin de la Historia o el último grito trotskista?

Fukuyama se precipitó al proclamar el fin de las ideologías y el triunfo permanente del capitalismo. Pero también hizo una equiparación dudosa: identificó ‘ideología’ con la enarbolada principalmente por el polo soviético y, de paso, etiquetó a todas las izquierdas estatistas e intervencionistas. A su vez, equiparó el triunfo del capitalismo liberal con el triunfo de Occidente…

Si algo es evidente el día de hoy, es el declive de Occidente, el resurgimiento de Rusia, el espectacular ascenso de China en la arena global, la emergencia del corredor Indo-Pacífico y los cuestionamientos al sistema capitalista y liberal…

Francis Fukuyama

Tuvo razón Fukuyama al decir que experimentábamos el fin de las ideologías, pero se equivocó al ser tan reduccionista. ‘Fin de las ideologías’, sí, pero de todas las que emergieron de la Modernidad. Basta comparar los postulados de las actuales izquierdas con los que imperaban a mediados del siglo XX, para darse cuenta de la discrepancia existente. Las izquierdas del siglo XXI sólo conservan el nombre, en el mejor de los casos…

Si evaluamos el proclamado triunfo del capitalismo, el resultado es un mundo muy desigual, con una comercialización de productos que, a propósito, les han puesto ‘fecha de caducidad’. Tecnología que más tardas en comprarla, que en quedar obsoleta. Pilas de teléfono con una vida útil de dos a tres años en promedio, dependiendo de su uso y piezas automotrices en situaciones similares. Universidades de las cuales nadie duda de que la tecnología educativa global sea indispensable, pero que encarecen tanto la educación que crean nuevos abismos entre unos y otros. Redes sociales e Internet en general que dicen respetar tu privacidad, pero que recopilan tu información y la de tus círculos sociales con fines estadísticos y comerciales…

En otro plano, corre el imparable avance tecnocientífico que apunta a una producción cada vez más automatizada y guiada por Inteligencia Artificial. Es verdad que la globalización ha abierto nuevas áreas y tipos de trabajo, pero habrá que sopesar si las fuentes laborales alcanzarán para todos o estaríamos en el umbral de un choque entre la tecnología de uso social y productivo con el trabajo humano…

Para entender hasta dónde podría conducirnos algo, es importante saber las causas que lo motivaron. Francis Fukuyama se insertó en una corriente intelectual surgida en Estados Unidos e impulsada por inmigrante europeos o de familias de inmigrantes afectados por las dos guerras mundiales y, especialmente, por la perversidad y crueldad del estalinismo. Muchos de ellos o sus hijos, pasaron por el City College de Nueva York. Eran de ideología ácrata, simpatizantes de León Trotsky y acérrimos enemigos de Stalin, que, a la muerte de Trotsky, juraron trabajar por el derrumbe del comunismo soviético estalinista…

Del City College a la lucha por la preeminencia global

Fue en las aulas del City College neoyorquino que se comenzó a hablar del fracaso de “La Ideología”, entendiendo por tal a la enarbolada por la Unión Soviética de Stalin. Los profesores e intelectuales de dicha institución adoptaron una visión histórica en la cual van surgiendo las ideologías, de tal modo que la siguiente adopta, radicaliza y supera a la anterior hasta llegar a ‘La Gran Ideología Soviética’. A esta última es a la que había que derrotar…

A esta corriente de pensamiento pronto se le unieron más hijos de inmigrantes y estudiantes nacidos en Estados Unidos o naturalizados como tales, y, así, lo que era producto de una mala experiencia de vida personal o familiar, fue asumido como proyecto ideológico. Andando el tiempo, muchos de ellos se convirtieron en destacados profesores, intelectuales y asesores de gobierno en varias administraciones norteamericanas…

City College de Nueva York

En unos cuantos años, diversos personajes que adoptaron esa visión histórica ni siquiera tuvieron algo que ver con el City College de Nueva York y se nutrieron intelectualmente de los libros y artículos que publicaban los primeros. Estudiaron en Harvard, Yale, Stanford o en alguna otra institución de élite e igualmente engrosaron las filas de los asesores gubernamentales…

No deja de ser curioso que, sobre todo en el período de entreguerras, la idea de ver la Historia como un proceso fáctico e ideológico en el cual la etapa siguiente supera en maldad y desorden a la previa, impactó a muchos líderes católicos y evangélicos, que eran referente en aquel entonces. Ya en la Guerra Fría, resultó lógica la convergencia entre todos ellos y las capas gobernantes…

Así se explica el que, a través de sus embajadas, Estados Unidos distribuyese libros y publicaciones que hablaban de una gran conspiración contra Occidente, dando pie o impulsando diferentes posiciones ideológicas en diversas latitudes…

En la recta final del siglo XX, Francis Fukuyama se sumó a esta vertiente intelectual y quizás haya sido el último grito de aquel trotskismo inicial, aunque sin ser plenamente consciente de ello…

Bordeábamos el escenario de la lucha por la preeminencia global y es interesante que se piense en Alexandre Kojève como antecedente de la tesis de Fukuyama, cosa que es verdad, mas no en el City College cuyo contexto lo explica mejor…

¿Surgirán nuevas ideologías? Probablemente sí. Algunas serán síntesis de las surgidas durante la Modernidad. Otras serán de cuño distinto, porque la era global trae aparejadas muchas realidades sin precedente. A raíz del surgimiento de la Modernidad, se fueron integrando las ideologías que hemos conocido. Cada una de ellas obedeció a un determinado momento histórico, que hoy ha sido rebasado y si antes el mundo vivió sin ellas, puede seguir viviendo igual cuando desaparezcan del todo…

La bipolaridad capitalista

Para nadie es un secreto que el capitalismo, tal y como lo hemos conocido, está siendo desbordado y no precisamente por sus adversarios sino por la complejidad de la realidad global y los efectos económicos, sociales y laborales de la tecnología. La recesión en la que empezaban a entrar todos los países y la pandemia, pusieron en duda el sistema imperante. La ilusión de que su colapso sea la antesala del retorno de las izquierdas no pasa de ser eso: una ilusión…

Si lo vemos bien, la actual confrontación entre Estados Unidos y China no es ideológica sino de corte pragmático, en el contexto de un cuestionamiento al papel de los Estados Unidos en el mundo y al futuro del capitalismo. El rediseño global pasa por establecer un nuevo sistema que deje atrás tanto a las ideologías de izquierdas como de derechas, socialistas y capitalistas, en su totalidad…

Para unos, el declive de Occidente es el fin del capitalismo a escala global. Para otros, es la oportunidad de fundar un nuevo sistema que nos rija. La apuesta de Biden es la de crear el primer mercado global de la Historia, cuyo entramado contenga toda intento de volver al pasado y sea completado con una alianza global por la democracia. A la par, tenemos el proyecto de Xi Jinping basado en decisiones rápidas y contundentes, pero que siembran la incertidumbre. Contrario a lo que se pensaba, el ala política del sistema chino enfrenta con inquietud el poderío ascendente de prominentes empresas con inversionistas que pesan mucho dentro del Partido Comunista. La incógnita estriba en hasta qué punto Xi Jinping será partidario del libre mercado y hasta qué punto estará dispuesto a replantear el comunismo…

El mundo visto desde Rusia

En cierto modo, es el ideal del ‘Imperio del centro’, al que hemos hecho alusión en otra entrega: servirse del mercado internacional para exportar, pero cerrarse a toda exportación. Pero hay algo más: Xi Jinping y su círculo más cercano ven con preocupación ciertos efectos del sistema global en la mentalidad de las nuevas generaciones, lo que podría llevar a que, más pronto o más tarde, se cuestione al poder establecido. Por eso, se busca controlar hasta las horas en que los niños ven la televisión y el uso de la Internet…

Creciente poder del empresariado chino, de un lado y ‘efectos occidentales’ de la era digital, por el otro. A lo primero, va dirigido su proyecto de ‘prosperidad compartida’, con una serie de decisiones que no dejan de sembrar dudas dentro y fuera de China. A lo segundo, va la acción de un poder cada vez más interventor. En el fondo, Xi Jinping sabe que la dinámica de un mercado global podría conducir a que los intereses bursátiles locales se entrelacen con los internacionales, liquidando toda intención de proyecto geoestratégico. Si China tiene posibilidades de imperar será como potencia global, no como nacional. En cierto modo, lo que pretende Xi Jinping se bate entre el pasado y el futuro que se avecina…

Todo ello en el escenario del declive de la última ideología de la otrora Modernidad triunfante, pero también en el umbral de un nuevo sistema que se está configurando…

El miércoles, AidDATA (un laboratorio de investigación internacional con sede en el William & Mary’s Global Research Institute) publicó su informe: Banking on the Belt and Road, en donde da cuenta de que el proyecto de la Franja y la Ruta de China (BRI) está en peligro de naufragar. En varios de los países involucrados, surgen dudas sobre la viabilidad de la deuda que implica una iniciativa de esa envergadura, dando pie a cancelaciones y suspensiones. El monto de los proyectos chinos en el ámbito internacional, abarcan alrededor de $843 mil millones de dólares, pero crece la llamada ‘deuda oculta’ y China ha sido reacia a transparentar la información…

G7: Junio de 2021

Si los retrasos desacelerasen el proyecto de la Franja y la Ruta, los planes de ser la potencia global del siglo XXI podrían venirse abajo. China no estaría en condiciones de competir con el proyecto del primer mercado global por parte de Estados Unidos y sus aliados en la Unión Europea y en el Indo-Pacífico. Aunado a lo anterior, Xi Jinping sabe que está en marcha la estrategia Build Back Better World (B3W), lanzado por el G7 en junio pasado. De tener éxito, sería la alternativa al BRI. Según los especialistas, China está cometiendo un error similar al de Evergrande: usar la deuda sin pensar en las consecuencias. Antes de 2013, año en que Xi Jinping impulsó el BRI, Estados Unidos y China punteaban compitiendo por invertir. Hoy, China invierte más de 2 a 1 comparado con Estados Unidos y los integrantes del G7. Pero lo está haciendo de una manera especial…

Tratando de ganar en el escenario geoestratégico, China ha utilizado la deuda de manera acelerada, propiciando que los países participantes también se endeuden. A raíz de la era del BRI, el 70% de los préstamos de China en el exterior son a empresas e instancias que no aparecen en los balances públicos y muchos dudan que eso vaya a tener un buen final…

Hasta entonces…

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com