Jue. May 16th, 2024

¿Ruptura en la base del Partido Comunista Chino? – Juan de Dios Andrade

El escenario nacional y geopolítico de China presenta algunos síntomas inquietantes, que podrían significar un problema para los planes de Xi Jinping. ¿Podrá resolverlos o neutralizarlos antes del XX Congreso Nacional del Partido Comunista? Hasta ahora, Xi Jinping ha demostrado ser un gobernante muy capaz.

CONfines Políticos

Xi Jinping sabe que le tocará una carrera que, en otras circunstancias, habría sido fácil de cumplir, pero está cerrando el año con una serie de variables no resueltas que podrían darle algunos dolores de cabeza. Por las características propias del sistema político, el jerarca chino debe mantener el control de la nomenclatura tanto en el aparato de gobierno como en el partido. Es posible que lo consiga, pero antes tiene que poner en ruta de solución algunos problemas acuciantes. Por ese motivo, hay que entender algunas cosas de la maquinaria de poder…

El equilibrio actual parte de los acuerdos tomados en el contexto del XIX Congreso Nacional del PCCh, celebrado en octubre de 2017. Esta reunión se lleva a cabo quinquenalmente y la siguiente está proyectada para el mismo periodo, pero de 2022…

En aquella ocasión, Xi Jinping pudo ampliar su margen de maniobra gracias a que cinco de los seis miembros del Comité Permanente del Politburó se jubilaron, entre ellos el de mayor peso político: Wang Qishan, que se terminó convirtiendo en su incondicional en el cargo de vicepresidente de gobierno. De los seis anteriores, sólo permaneció su otro incondicional: Li Keqiang, que también es primer ministro del Consejo de Estado. Los cinco nuevos fueron: Li Zhanshu, Wang Yang, Wang Huning, Zhao Leji y Han Zheng. Todos, incluyendo al propio Xi, son de la etnia Han…

El Comité Permanente es el que verdaderamente controla a todo el Politburó, compuesto de los 25 personajes más importantes del gobierno, del ejército y de otras instancias de poder. Formalmente, hay un Comité Central que decide la integración del Politburó, pero en realidad es producto de una negociación cuyo equilibrio se refleja en el Politburó y en el Comité Permanente. El que los delegados del congreso quinquenal designan a los miembros del Comité Central, es un mero trámite…hasta ahora…

Xi Jinping: el control de la nomenclatura

En el espejo de Den Xiaoping

Contar con un partido único ofrece la ventaja de concentrar y direccionar las alianzas, acuerdos y decisiones que se tomen, además de garantizar mejor el control. Pero también implica riesgos. Uno de ellos estriba en que el Partido Comunista Chino tiene un padrón de alrededor de 92 millones de afiliados. Sí, 92 millones. Desde el partido se controlan todos los puestos de gobierno y el de las empresas estatales, al igual que todo enclave de poder, desde lo más insignificante hasta lo más encumbrado. El entramado partidista constituye una impresionante estructura que llega no sólo hasta los lugares más remotos, sino que también es una maquinaria de control territorial…

En otras circunstancias, lo anterior sería ‘música celestial’ para el que desee tener todo el poder en sus manos y mantenerse indefinidamente en el cargo. Pero ¿se lo imagina con un problema como el de Evergande? Les aseguro que lo que menos le preocupa a Xi Jinping es que sean poco más de 300 mil millones de dólares en deuda sino lo que significaría ese golpe en las finanzas familiares y en la base del partido…

Muchas familias compraron casa o apartamento arriesgando sus ahorros, mismos que ahora están en juego. Tener 92 millones de miembros constituye una enorme red de ‘vasos comunicantes’ y lo que pase en el sector inmobiliario seguramente afectaría a la base del partido en el poder…

Para el gobernante chino, no pasa inadvertido que otras inmobiliarias están entrando en situaciones que podrían derivar en impago total. Pero lo que le inquieta a Xi es el malestar que eso podría provocar en el ambiente familiar y, de rebote, en la base del partido. Este es uno de los tres asuntos delicados que tiene por delante en el escenario nacional…

Aunque la Historia no se repite exactamente igual, podemos aprender del pasado haciendo analogías. Xi Jinping se está viendo en el espejo de Den Xiaoping, cuyas reformas llevaron a las protestas en la Plaza de Tiananmen que muchos vimos en los noticieros, mismas que estallaron a la muerte de Hu Yaobang, personaje muy popular que habían sido obligado a dimitir de su cargo en el PCCh. Por eso, Xi Jinping ha empezado a cuidar mucho la relación con el vicepresidente Wang Qishan, aunque no haya salido del centro de mando del partido por dimisión obligada y se informa en tiempo real de los adeudos inmobiliarios…

Xi está pensando en una posible ruptura en la base del partido y en lo que eso podría provocar en las calles, de no resolverse bien el caso Evergrande y otros similares…

Xi Jinping: la hora de la verdad

Medidas extremas, metas difíciles

Por otra parte, el 23 de octubre de 2017, a propósito del XIX Congreso del Partido Comunista, el gobierno de Xi Jinping hizo una promesa en voz de Li Ganjie, ministro de Protección Ambiental. Teniendo como antecedente el nivel de 47 microgramos por metro cúbico de las partículas PM2,5 de 2016, se hizo el compromiso de bajarlo a 35 microgramos para 2035. La ruptura del Acuerdo de París, por parte de Donald Trump, le sonó muy bien a los oídos del presidente de China, pero Joe Biden y otros líderes mundiales piensan diferente…

Xi Jinping sabe que, aunado a las presiones internacionales y a las recientes inundaciones, en breve podría tener problemas para abastecer de carbón y energía eléctrica a la población. Teme que los ‘efectos políticos’ del invierno que se avecina se prolonguen a lo largo de 2022, hasta golpearlo de lleno en el XX Congreso Nacional del PCCh. Pero eso no es todo…

En otro carril corre el desabasto de carne a causa de las enfermedades y del coronavirus. China tomó la decisión de importar productos cárnicos para cubrir su demanda interna, siendo España uno de sus proveedores más importantes. Pero, según datos de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino de España (Anprogapor) de principios de julio pasado, China dejó de importar cerdo ibérico como lo estaba haciendo habitualmente y las cifras de la Junta de Desarrollo de la Agricultura y la Horticultura de Reino Unido (AHDB) revelan que, durante 2020, casi el 50% de la carne de España tuvo como destino a China. De prolongarse la medida del gigante asiático, el golpe para la economía española podría ser severo…

Algunos piensan que es posible que China esté superando los estragos de la Peste Porcina Africana (PPA), pero otros tienen sospechas distintas. ¿Qué está pasando? Aunque Pekín se caracteriza por el hermetismo, no faltan los que consideran que hay ventas de pánico provocadas por los propios porcicultores chinos, ante el riesgo de nuevos brotes de PPA. De ser cierto lo segundo, las autoridades chinas tendrán que emplearse a fondo para evitar una posible crisis sanitaria, en caso de que se hayan menguado las normas de calidad por el aumento artificial de la oferta cárnica…

En el horizonte de un coronavirus que no se ha superado del todo en el mundo, el riesgo de salud por consumo de carne contaminada podría ser devastador para los planes de Xi Jinping de permanecer indefinidamente en el poder. Sus conciudadanos no le van a perdonar tan fácilmente algo así…

Los mensajes van y vienen

Entre el G7 y las Fuerzas Armadas

El pacto Aukus y la configuración de un corredor comercial Indo-Pacífico, son todo un reto para los planes globales del jerarca asiático, pero hay algo más. Por una parte, Joe Biden acelera la creación de un acuerdo de seguridad global con sus aliados geoestratégicos y se avecina el foro por la democracia convocado por el presidente de Estados Unidos. Por el otro, el G7 desarrolla una estrategia de negociación con países contemplados por China para el proyecto de la Franja y Ruta, ofreciendo alternativas para desarrollar infraestructura sin endeudarse con acreedores de China, lo que explica el aumento de la resistencia de las élites políticas locales y regionales, que se oponen a endeudarse exponencialmente con el ‘imperio del centro’…

Las pretensiones geoestratégicas de Xi Jinping podrían estar en peligro y el reactivar las tensiones con Taiwán se explica como una medida para aglutinar a las fuerzas internas con tal de salvaguardar el postulado geopolítico de ‘una sola China’, puesto en duda por las ‘potencias occidentales’ aliadas con las del Indo-Pacífico…

Pero también revela algo inquietante: el disgusto de sectores militares que le urgen a Xi Jinping a tomar medidas audaces ante el desafío del Aukus y la intención de anexar a Taiwán fortalece el sentimiento nacional de los ciudadanos de a pie (teniendo en cuenta que muchos de ellos forman la base del partido) y da salida a las presiones castrenses…

Xi Jinping necesita tener bajo control especialmente a dos líderes de las Fuerzas Armadas: a Xu Qiliang y a Zhang Youxia. Ambos son parte del Politburó y de la Comisión Central Militar del PCCh (aquí son vicepresidentes). Hasta ahora le han garantizado su lealtad, pero Xi quiere que sea a perpetuidad…

¿Podrá Xi Jinping neutralizar tanto los factores de riesgo en el plano global como la posible ruptura en la base del poder? Ya antes ha demostrado ser un hombre de capacidades y habilidades excepcionales, y cuenta con un año para resolver un escenario difícil, mas no imposible…

En todo ese equilibrio de poder, los buenos oficios de Li Keqiang y de Wang Yi, primer ministro y canciller respectivamente, serán indispensables para Xi Jinping…

De paso, está en juego la refundación de China sobre un paradigma distinto al de Mao…

Hasta entonces…

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com