¿Cómo debe seguir desarrollándose Europa? ¿En la dirección del federalismo centralista o en la dirección de las confederaciones basadas en los estados-nación? En los últimos años han surgido dos visiones opuestas del futuro de la Unión. Un bando, el federalista, cree que la mejor solución a la crisis es ‘más Europa’, es decir, una federación de estados que sería similar en muchos aspectos a los Estados Unidos, de ahí el nombre de ‘Estados Unidos de Europa’. El otro campo, el campo soberanista, en cambio, asume que no están dadas las condiciones para la creación de un gobierno central en la Unión y para la llamada “unificación” de las naciones. Los estados nacionales no quieren renunciar a su independencia secular y faltan las condiciones espirituales, culturales y sociales para la unificación. En su opinión, Europa se fortalecerá si las naciones conservan sus tradiciones, sus habilidades específicas, su creatividad, sus soluciones independientes y sus costumbres.