Mié. May 15th, 2024

La batalla por el alma de Europa – Juan de Dios Andrade

Las confrontaciones geopolíticas no son sólo luchas por el poder político o económico, sino también de otro tipo. Como lo sostienen partidarios de todos los bandos en conflicto, hay una batalla por el alma de Europa y de Eurasia en general. Sin embargo, la realidad es más compleja que los mejores planes geoestratégicos y es posible que el resultado no sea acorde con una sola versión, sino que quede a medio camino entre los objetivos de unos y de otros.

CONfines Políticos

24 de julio de 2023

Hay una confrontación geoestratégica de dimensiones globales, pero especialmente en algunos espacios geopolíticos. No es solamente una lucha por el poder, aunque lo implique. Es, ante todo, una lucha por el ‘alma’ de esas unidades geográficas. El resultado incidirá en la forma de pensar y de vivir de los que ahí habitan. En ocasiones, se manifestará mediante la guerra, como lo que está pasando con la invasión rusa a Ucrania. En otras, a través de procesos electorales, pero también en programas de gobierno y en las reformulaciones de inversiones y de poderes económicos…

Ya otras veces han ocurrido cosas así, pero nunca a una escala como la actual. En cierto modo, cada época posee un potencial, bueno o malo, de mayor calado que la anterior y no por aquello de que ‘todo tiempo pasado fue mejor’…

Tanto China como Rusia saben que, para poner punto final al predominio de Estados Unidos en el mundo, hace falta algo más que movimientos financieros. Esto no es un asunto de ‘negocios’ (que forman parte importante de la geoestrategia global), sino de controlar los resortes que rigen a los países y la correlación de fuerzas y poderes. El forcejeo es por el control de productos naturales (agua, minería, petróleo, etcétera) y de inventos y tecnología de uso social (ecología, automóviles híbridos, microchips y los elementos que requiere su fabricación, etcétera). Y muchos aspectos más, en los que tenemos que considerar: arte, cultura, liderazgo de opinión, en fin…

Si la teoría del ‘Heartland’ de Mackinder indica que quien domine la Isla del mundo, dominará al mundo, desplazar a Estados Unidos implica neutralizar su influencia en Eurasia y en sus bordes. Mientras eso no se logre, presenciaremos un conflicto desgastante para todas las partes en pugna, con un desenlace a largo plazo y con el peligro latente de una guerra que podríamos llamarle ‘Tercera Guerra Mundial’, aunque más bien sería la ‘Primera Guerra Global’…

No pretendo abordar todo en unos cuantos párrafos, pero sí algunos aspectos…

Aunque no todo sea vigente hoy, la teoría del Heartland sigue gravitando

El eje anglo-alemán

Si se trata de liquidar la influencia y presencia de Estados Unidos en Eurasia, eso pasa por el espacio postsoviético, el Extremo Oriente y el sudeste de Asia, el corredor Indo-Pacífico, Medio Oriente y los ‘bordes’ africanos correspondientes, el entorno geopolítico del Mar Negro (que incluye a Ucrania, pero no es lo único), así como Europa. Por eso, resultan muy simplistas los comentarios de aquellos que reducen el resultado a lo que ocurra en un determinado aspecto, aunque no niego que algunos sean más importantes que otros…

En el caso de Europa, con la invasión a Ucrania y el uso del suministro de gas como arma geopolítica, Vladimir Putin pretendía someter a Europa para ‘separarla’ de Estados Unidos. Ese objetivo pasaba por modificar el equilibrio entre cuatro poderes fácticos: Inglaterra, Alemania, Francia e Italia, principalmente. Y aunque logró avanzar en algunos puntos, no ha conseguido hacerlo de manera sustancial, porque el liderazgo y peso geopolítico de las potencias europeas se ejerce en el contexto de una estrategia de aumento en el control por parte de los bancos centrales y de las élites que los gobiernan…

Por eso es importante tener presente el perfil de los que gobiernan a esas cuatro potencias…

Es verdad que Boris Johnson terminó por caer del poder, pero fue por sus desatinos y no a consecuencia de un plan orquestado por el Kremlin. Luego de una corta etapa de inestabilidad, asumió el poder Rishi Sunak. Cambió la persona a cargo, pero el dominio de los globalistas no se movió ni un ápice y eso tiene su explicación. Sunak tiene una maestría en administración por la Universidad de Standford, gracias a una beca Fulbrigth (impulsadas por el Departamento de Estado de EE. UU. y otros países). Ahí conoció a la que sería su esposa: Akshata Murthy, hija del multimillonario indio N. R. Narayana Murthy. Más tarde, trabajó para Goldman Sachs. Su renuncia al cargo que tenía en el gobierno de Boris Johnson fue uno de los motivos que llevó a la caída del entonces primer ministro. Sus críticos sostienen que fue un golpe de Estado disfrazado y que sus relaciones con Goldman Sachs es lo que le llevan al poder. Echó a Liz Truss y a Kwasi Kwarteng (ministro de Hacienda de Truss y que fuera analista financiero de JP Morgan Chase). Fue un simple cambio de mano…

El reciente exabrupto del ministro de Defensa británico con el embajador de Ucrania en Londres, luego de lo cual se dio a conocer la salida de ambos del cago, tampoco hace mella a la estrategia seguida respecto a la guerra en Ucrania…

Olaf Scholz, por su parte, heredó el proyecto multimillonario Nord Stream de Angela Merkel, que, finalmente, no se inauguró y que, luego, fue volado en circunstancias no aclaradas. A mediados de marzo, Scholz fue a Washington a hablar con Joe Biden, teniendo como antecedente las revelaciones de Seymour Hersh sobre la destrucción del Nord Stream y la posible implicación de Biden en ello, y pactaron. A raíz de eso, se difundió la versión sobre la presunta autoría de grupos pro-ucranianos. El escenario geopolítico de Scholz es complicado y aprovecha lo que sea para sacarle algo más a la Casa Blanca, como en el caso de las filtraciones de documentos del Pentágono. De inmediato, Scholz expresó su malestar con la intención de negociar más cosas con Biden. Olaf Scholz no era partidario de enviarle más armas a Ucrania, pero terminó cediendo…

Olaf Scholz es consciente de la importancia de que se haya inutilizado el Nord Stream, con lo cual le quitaron a Vladimir Putin un instrumento de presión muy importante y eso tiene su precio…

Claro que Scholz, de cuño socialdemócrata, sabe que, de no estar a la altura, su relevo podría venir de alguien del grupo de la excanciller Merkel…

El eje franco-italiano

Emmanuel Macron proviene de la prestigiosa Escuela Nacional de Administración (ENA) y trabajó bajo las órdenes de Jacques Attali, gracias a lo cual tejió relaciones con personajes y con grupos financieros que juegan un papel clave en el globalismo. Con fuertes nexos con los grupos bancarios, ganó una fortuna como intermediario de los Rothschild (de hecho, sirvió a la Rothschild & Cie y asesoró a Nestlé) y formó parte del gobierno socialista de François Hollande. Desde entonces, hablaba de cerrar la brecha entre izquierda y derecha, aunque la izquierda histórica desconfía de él. Desde 2017, su rival es Marine Le Pen. Su matrimonio con Brigitte Trogneux, 25 años mayor que él, ha dado mucho de qué hablar a las revistas del corazón, aunque no han faltado los señalamientos por presunta relación homosexual extramatrimonial…

Los recientes disturbios violentos por la muerte de un muchacho de familia de inmigrantes, han potenciado las posibilidades de Marine Le Pen, pero hasta ahora son eso: posibilidades que podrían beneficiar a Moscú y los hechos dirán si van a cristalizar…

En el fondo, Macron sueña con desplazar a Alemania como polo dominante en la Unión Europea o, por lo menos, ejercer el liderazgo compartido. Ha demostrado ser muy bueno en el juego individual, pero no cuando se requiere coordinarse con otros…

¿Eje franco-alemán o eje franco-italiano? Esa es la pregunta…

El caso de Giorgia Meloni es muy interesante: con fuertes vínculos con el Instituto Aspen, pactó con Mario Draghi (economista egresado del Instituto Tecnológico de Massachusetts) los parámetros de la economía italiana y las relaciones con la Unión Europea. Rusia mostró especial interés en la caída de Draghi y el distanciamiento de Mateo Salvini respecto a Draghi…

Cuando Giorgia ganó las elecciones en septiembre de 2022, la principal preocupación de EE. UU. y sus aliados estribaba en si se formaría un eje entre Italia, Polonia y Hungría que terminase favoreciendo a Rusia. De hecho, se sabía del interés mostrado por Putin en una eventual caída de Mario Draghi, puesto que, desde mayo de 2022, Oleg Kostyukov, funcionario de la embajada rusa en Roma, había contactado a Antonio Capuano, asesor de Matteo Salvini en relaciones internacionales, para saber si su jefe le retiraría el apoyo a Draghi…

Obviamente, de los dos aliados principales de Meloni, el que más inquietaba al globalismo era Salvini, que una vez entró al Parlamento Europeo con una camiseta de Putin. Silvio Berlusconi no, porque representaba una posición más pragmática y era muy afecto a la ‘dolce vita’…

Para el globalismo, el ascenso de Meloni representaba la conjunción de tres variables: la fuerza de los Hermanos de Italia, el neofascismo italiano y continental, y las ideologías pro-Putin. La cosa estaba clara: nadie se podía quedar con todo. Giorgia cedió en los temas de Ucrania, Rusia y la economía exterior, pero se quedó con el control absoluto del tema migratorio, la ideología de género y la economía y las políticas públicas sobre la familia…

Tan es así que se han comenzado a eliminar en Padua los nombres de madres lesbianas de los certificados de nacimiento de los niños, que había ocurrido por un vacío legal y, como es lógico suponer, Giorgia Meloni puso a los globalistas a escoger y obtuvo lo que quería…

Una lucha por el poder muy ‘cantada’

De cara a las próximas elecciones norteamericanas y al margen de las pretensiones de Donald Trump (inmerso en un proceso legal delicado), Giorgia Meloni tendrá que ser muy cuidadosa por sus relaciones con el Instituto Republicano Internacional y la Conferencia Acción Política Conservadora. De ese lado, los vínculos conducen a Trump y a Viktor Orbán; el Instituto Aspen, al globalismo y, hasta ahora, ella ha demostrado que sabe ‘cómo navegar en dos aguas’…

Desde que Berlusconi vivía, era notorio que apoyaba a Meloni al mismo tiempo que impulsaba a la senadora Licia Ronzulli, quizás pensando en entronizarla en un futuro no muy lejano y, aunque la muerte de Silvio dejó muchas cosas inciertas, esa posibilidad podría ser aprovechada por los adversarios de Giorgia, desde adentro o desde afuera de Italia. Sin embargo, Licia Ronzulli tiene un punto débil. Junto con Nicole Minetti, ha sido señalada como organizadora de aquellas ‘fiestas’ que tanto escándalo provocaron hace unos años, por sus implicaciones sexuales y las edades de los participantes…

Licia Ronzulli es una de las cabezas más importantes de Forza Italia y Giorgia Meloni sabe que, además del expediente de Villa Certosa (donde tenían lugar las ‘fiestas’ de Berlusconi) y otros más, su ‘aliada natural’ al interior de dicha formación política es la eurodiputada Susy De Martini, para la cual el único ‘mérito’ de Ronzulli para la candidatura ha sido el papel que jugaba en las ‘fiestas’…

La segunda ‘aliada natural’ en Forza Italia sería Mariarosaria Rossi, que formaba parte del círculo de más confianza de Berlusconi, junto con Deborah Bergamini, Francesca Pascale, Alessia Ardessi y Giovanni Toti, y que fue desplazada precisamente por Licia Ronzulli. Luego de la conocida operación a corazón abierto de Berlusconi, la prescripción médica indicó alejarle lo que le causara estrés. De inmediato retiraron de su entorno a todas las mujeres. Así era Silvio Berlusconi y no tiene sentido el mirar hacia otro lado…

Sonia Alfano igualmente podría ser ‘aliada natural’ de Meloni. Alfano, que ha sido eurodiputada por Italia dei Valori y preside la Comisión Especial Antimafia, ha señalado a Licia Ronzulli por su participación en lo de Villa Certosa. Sonia Alfano es siciliana y sostiene una lucha frontal con la mafia y la corrupción a raíz del asesinato de su padre en 1993…

No cabe duda que la lucha por el poder en Italia ha adquirido un fuerte matiz femenino…

Pero, a pesar de los problemas y espirales (como en el caso italiano), la estrategia inicial de Vladimir Putin no ha rendido los frutos esperados en Europa y ya sabemos cómo están las cosas en Ucrania, donde el anhelado triunfo en unos cuantos días brilla por su ausencia…

Tal vez algunos necesitan recibir lecciones de Giorgia Meloni sobre cómo negociar con el globalismo y alcanzar tus objetivos al mismo tiempo…

¿Podrá mantenerse en el poder?

España en las urnas

El domingo se efectuaron elecciones generales en España y tanto el PP como Vox no fueron capaces de consolidar lo que se perfilaba en las elecciones autonómicas. Ganó el PP, pero no alcanzó la mayoría calificada necesaria para formar gobierno con Vox. Aún así, vamos a ver cómo le va en las rondas de negociaciones…

La estrategia de Pedro Sánchez al adelantar las elecciones se basó en tres aspectos: primero, posicionar que la alianza PP-Vox era una involución peligrosa para España. Ambos partidos dejaron de lado las alianzas de facto para los gobiernos autonómicos, pensando que se cumplirían las expectativas de las encuestas y, al condicionarse mutuamente ideológicamente, hicieron creíble el ‘tremendismo’ de la teoría de la conspiración del PSOE. Segundo, adelantar las elecciones era con la intención de hacer coincidir en el tiempo el inicio de las campañas paras las generales con las negociaciones entre el PP y Vox por la formación de gobiernos autonómicos. Y, tercero, el difundir que PP y Vox tenían muchas posibilidades de ganar, se usó como mecanismo para desmovilizar el electorado de derechas y movilizar al de izquierdas…

Claro que Pedro Sánchez tampoco la tendrá fácil. Su permanencia en La Moncloa depende de Puigdemont y su partido, quienes le han hecho saber públicamente que no le darán todo por nada y el mensaje tiene muchas implicaciones…

Se avecinan días intensos y negociaciones altamente complejas, en un escenario geopolítico complicado para todos…

Hasta entonces…

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com