Jue. May 16th, 2024

Biden, los mensajes a Putin y a Xi Jinping en Afganistán – Juan de Dios Andrade

Pensar geopolíticamente implica ‘pensar sin paredes’ y de manera flexible. En Afganistán está en juego no sólo el Medio Oriente, sino toda Eurasia y el sistema de seguridad global.

CONfines Políticos

Continuar con algunas de las medidas iniciadas por Donald Trump fue una decisión arriesgada por parte de Joe Biden, aunque resulta comprensible. Por un lado, toda decisión política o geopolítica produce efectos que, más tarde, impiden modificar la postura con la rapidez deseada. Por el otro, la continuidad podría ser interpretada como la aceptación tácita de que su antecesor tuvo razón en determinados aspectos. Sin duda, en el ánimo del presidente de Estados Unidos influyó la popularidad de la medida iniciada por Trump, pero también el hecho de que el expresidente se apresta a recuperar el poder. Pero hay algo más…

Estados Unidos está tratando de evitar las llamadas guerras asimétricas, que son desgastantes en todos los sentidos. Se trata de confrontaciones entre adversarios con fuerzas y recursos dispares, en donde el bando regular paga el precio más alto ante grupos insurgentes, aparentemente más débiles. Dicho de otro modo, Biden decidió retirarse de un escenario que se auguraba catastrófico, aunque se haya hecho de manera desorganizada…

Los mensajes geopolíticos de Biden

La intervención militar en Irak y Afganistán se justificó en función de lo ocurrido el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, pero hoy el escenario geopolítico ha cambiado. Los grupos políticos y religiosos que gobiernan en Irak son chiitas, al igual que los que detentan el poder en Irán, que ha estado forcejeando con Estados Unidos y la UE por el tema de las armas nucleares y que, a su vez, es aliada de Rusia. Los talibanes, que firmaron un acuerdo con el entonces presidente Trump, son sunitas, enemigos jurados de Irán y con vínculos con Al-Qaeda, Hamas y otras organizaciones terroristas, así como con China…

Los talibanes igualmente tienen buenas relaciones con Pakistán, cuya cercanía con China es evidente y con una historia de tensiones con Estados Unidos…

La decisión de salirse de Irak y de Afganistán es un mensaje con muchos destinarios, no sólo geopolíticos sino también de otra índole. En la víspera de que se ejecutase la decisión de Biden, fue inocultable el malestar del complejo industrial-militar de Estados Unidos, así como de los fabricantes y traficantes de armas, que hicieron jugosos negocios con facciones políticas y militares locales…

Fue un mensaje para Irán y Pakistán, pero sobre todo para Rusia y China. El gobierno iraní ha tenido sus dificultades para mantenerse en el poder y si desea seguir gobernando y sostener a los chiitas iraquíes, de un lado y contener a los talibanes sunitas, del otro, tendrá que pagar el precio y todos sabemos que los juegos de guerra son muy costosos…

Asimismo, si Rusia no desea que su aliado iraní se debilite, tendrá que meter las manos en el asunto e igualmente asumir las consecuencias. Lo mismo vale para China, que tendrá que hacer algo para evitar que la radicalización talibán y paquistaní le termine afectando…

Observar en un mapa lo que está pasando nos sirve para entender que el corredor geopolítico que forman Irak, Irán, Afganistán y Pakistán, podría descomponer el escenario geopolítico de China y de Asia Central, con los riesgos altísimo para Rusia, al igual que de Siria y Turquía, e impactando no sólo al Medio Oriente sino también a buena parte de África…

En busca de la seguridad global

Joe Biden acaba de dar un golpe al tablero mundial, que obligará a Vladimir Putin y a Xi Jinping a sentarse a negociar con él un nuevo sistema de seguridad global. Biden necesitaba reformular la estrategia sugerida por el malogrado Zbigniew Brzezinski, de sellar un acuerdo de seguridad con China y obligar a Rusia a sumarse, y parece haber encontrado un modo de hacerlo…

Las afirmaciones de que China, Rusia, Turquía e Irán se aprestarán a llenar el vacío que deje Estados Unidos, no pasa de ser una ingenuidad. Meterse a una espiral de guerra asimétrica no es una buena idea para nadie y seguramente lo pensarán más de una vez antes de comprometerse…

¿Rusia metida en Irak y Afganistán sin medir el precio electoral y con las manifestaciones que han ocurrido en Moscú por parte de la oposición? No me lo creo…

¿China metida en el mismo asunto geopolítico que Rusia, teniendo por delante el resolver casos apremiantes del comercio global? Tampoco me lo creo…

Mucho menos estando en proceso la organización del foro sobre la democracia convocado por Biden para diciembre, en el cual, sin duda, habrá cuestionamientos a Rusia, China, Corea del Norte y Cuba, por mencionar a algunos…

Se podrá cuestionar la forma tan atropellada y desorganizada del retiro de las fuerzas militares de Estados Unidos y de sus ciudadanos en Afganistán, pero no que la decisión de Biden carezca de sentido geopolítico…

Claro que eso no significa que el resultado vaya a ser positivo para el presidente Biden, pero al menos lo está intentando y se tendrá que sopesar el impacto en refugiados y desplazados, así lo que será de las mujeres, los niños y aquellos que apoyaron la presencia de Estados Unidos, sobre todo los traductores…

Lo que acaba de hacer Biden ha sido sacar de balance a China, al cambiar el centro de gravedad global de lo comercial a lo geopolítico y les aseguro que Putin y Xi Jinping le están prestando mucha atención en este momento…

Hasta entonces…

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com