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Israel e Irán, a la espera del Mesías – Juan de Dios Andrade

Según algunos, estamos a horas de una guerra regional en el Medio Oriente. Segun otros, la respuesta de Irán no será inmediata y podría ser acotada, con tal de evitar que Estados Unidos se meta apoyando a Israel. Demasiadas palabras de guerra y, sobre todo, exceso de banalidad al usarlas. Con mucha ligereza, no faltan los que festinan la posibilidad de un apocalipsis nuclear esperando que gane el bando de su preferencia.

CONfines Políticos

13 de abril de 2024

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com

Con demasiada facilidad usamos determinadas palabras, sin calibrar debidamente sus alcances buenos y malos. Así como Hannah Arendt hablaba de la banalidad del mal guiado por criterios de eficacia y eficiencia, hoy podemos hablar de cierta banalidad en el uso del lenguaje, ya ni siquiera de los parámetros que Arendt percibía en determinados miembros de la maquinaría mortal de los nazis. Hoy, como auténticos dementes, no faltan los que hacen cuentas alegres en caso de una guerra regional en el Medio Oriente, a raíz de la escalada bélica entre Israel e Irán…

En el contexto de las guerras seculares, hay varios ejemplos que no dejan duda de la estupidez humana a la hora de sopesar sus resultados. Pero los efectos negativos se potencian más cuando se recurre a la propaganda como mecanismo para idealizar toda conflagración. Una especie de suicidio colectivo que nos recuerda mucho al impacto del romanticismo en la sociedad europea y, obviamente, del idealismo alemán de cuño hegeliano…

Algo hay de siniestro cuando se esgrimen el nombre de Dios para justificar el ataque personal y directo, o hasta el terrorismo. Algo hay de crueldad, cuando unos y otros detallan el modo en que se van a infringir tal o cual castigo con tal o cual armamento…

Blinken y Netanyahu. ¿Aliados incondicionales?

La guerra de propaganda

Nunca se ha anticipado tanto una guerra como ahora, dando tiempo para que propios y extraños, medios de comunicación y redes sociales, o hasta curiosos, escojan su lugar y perspectiva para dar cuenta de cada detalle cuando empiecen a estallar las bombas. O, mejor dicho, cuando se inicie la siega de vidas humanas y la onda expansiva del sufrimiento humano…

En una combinación de presiones y amagos geopolíticos, casi todos dan por hecho que estamos a unos cuantos instantes de que estalle una guerra regional en el Medio Oriente…

Es verdad que no debemos olvidar que, hace unos meses, una facción de cobardes terroristas entró en territorio israelí para atacar con lujo de maldad a los que encontraron a su paso. Pero, así como es absurdo creer que Irán, Hezbollah y otros más hayan sido ajenos a lo hecho por Hamas, tampoco debemos perder de vista que hay muchos intereses en juego en el actual escenario geopolítico de la región…

Justo cuando arreciaban las críticas de Estados Unidos y de algunos países europeos contra Israel, Netanyahu decidió atacar el anexo de la embajada de Irán. Al margen de otros motivos, ¿se buscaba volver a meter a Joe Biden al juego geoestratégico? Porque el precio podría ser muy alto para todos. Nada más en Estados Unidos, Donald Trump trata de capitalizar electoralmente el momento tan delicado que se vive…

Ali Jamenei y la Guardia Revolucionaria Islámica

A las puertas del apocalipsis

Sin duda, el gobierno iraní está demostrando ser un experto en el manejo psicológico de la posibilidad de una guerra mayor, pero igualmente sabe que Netanyahu lo ha metido en un tobogán impredecible, pues las masas radicalizadas le exigen atacar de inmediato. Sin embargo, para Irán tampoco es tan simple como empezar a bombardear a Israel. Debe calcular las consecuencias de la participación del poderío bélico estadounidense. Un ataque a gran escala sería garantía de que Joe Biden tomase partido por Israel. Un ataque quirúrgico, limitado, podría lograr que la Casa Blanca se abstenga, pero en Irán podrían estallar revueltas contra el régimen de Ali Jamenei y no precisamente de los opositores, sino entre sus propias filas…

Por eso no entiendo las cuentas alegres de aquellos que festinan la confrontación que ven venir…

Como tampoco entiendo a los que, como Benjamín Netanyahu, actúan en función de una interpretación apocalíptica. Les recuerdo que hace unos meses hizo referencia a ello, al bosquejar un desenlace con un Israel rodeado por sus enemigos, lo que, según esta visión, desencadenaría la llegada del verdadero Mesías…

Esto es un disparate, porque las profecías del Antiguo Testamento apuntan a que el cumplimiento de la promesa mesiánica sería alrededor de lo que fueron los tiempos de Cristo. En otras circunstancias, lo anterior sería motivo suficiente para poner a pensar a todos los judíos…

Por naturaleza, toda interpretación mesiánica, fuera de los límites contenidos en el Antiguo Testamento, es una forma de mesianismo político…

Javier Milei. ¿Una estrategia a dos manos?

Una estrategia a dos manos

Por otra parte, no deja de ser interesante el dictamen judicial en Argentina sobre el ataque terrorista a la AMIA y a la embajada de Israel en Buenos Aires, en el sentido de que fue planificado por Irán y ejecutado por Hezbollah, con un saldo de 85 muertos hace 30 años. Uno de los motivos habría sido la cancelación de convenios por parte del entonces presidente Menem, para proporcionar tecnología y materiales nucleares. El caso habría sido mal investigado y no hay que olvidar las acusaciones que lanzó el fiscal Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner por presuntamente ser parte de una trama de encubrimiento…

Más todavía, en el fallo se declara a Irán como Estado terrorista. ¿Cómo deja eso a Irán, que se queja de que Israel haya atacado su embajada? ¿Fue una estrategia planeada a dos bandas? Les recuerdo la reciente gira internacional de Javier Milei, que comparte con Netanyahu dicha visión apocalíptica y mesiánica arriba indicada…

Ahora es el compás de espera de las escaramuzas. De un bando y de otro, realizan movimientos distractores y para calcular la capacidad de respuesta del adversario (lo que están haciendo los chiitas de Hezbollah). El potencial bélico del gobierno iraní parece incuestionable, pero Israel tiene tecnología militar muy avanzada y con poder nuclear, algo que Jamenei no puede ignorar…

¿Guerra regional o ataque acotado? Ese es el dilema de Irán. De manera reservada, Jamenei y los suyos deben medir cabalmente los efectos de una posible respuesta con bombas electromagnéticas, que dejarían inservible su sistema de combate aéreo. Asimismo, no ignoran que los israelíes poseen dos ‘escudos o domos de hierro’ distintos y que no será fácil superar, como aseguran algunos…

Vamos a ver si Irán desea ser la ocasión para probar no armas de destrucción masivas, sino aniquiladoras de la capacidad de combate…

En paralelo, Estados Unidos vuelve a señalar a China como la que está suministrando a Rusia recursos bélicos para lograr sus objetivos geopolíticos en Ucrania y en Europa occidental…

Demasiadas palabras belicosas, exceso de pronunciamientos de guerra…

Hasta entonces…

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